La depuradora de Bens tampoco verá este año resueltas las filtraciones marinas de su red de saneamiento, que dificultan el tratamiento biológico del caudal que las instalaciones reciben para su descontaminación. El Concello ha aplazado la ejecución de la partida de 470.000 euros destinada a estas obras ante el cambio de planes que, alega, ha supuesto la pandemia del Covid-19, y ha trasladado su presupuesto a los fondos del Plan de Reactivación Económica e Social da Coruña (Presco) acordado para asistir a los sectores más afectados por el coronavirus. El dinero para la actuación se aprobó a comienzos de este año como parte del acuerdo de los presupuestos de 2020 elaborados por el Gobierno local, del PSOE, y respaldados por BNG, Ciudadanos y Marea Atlántica. Esta última formación calificó ayer de "desinterés por la depuración de las aguas residuales y la reducción de la contaminación al mar" la decisión del Ayuntamiento de posponer una reparación "obligada por las normas de la Unión Europea (UE)", y afeó que se cambie el destino de esos fondos "mientras se multiplica el gasto en publicidad".

El proyecto se anunció en 2018, como parte de la lista de inversiones del superávit del Gobierno de Marea, pero que no pudo ejecutarse por incumplir el periodo de pago a proveedores. Iba a ser este año cuando se licitarían los trabajos, con los que se construiría una compuerta y se instalaría un sistema de retención que evitase la entrada de oleaje en el aliviadero de Riazor, uno de los principales puntos de entrada de agua marina en la red. La voz de alarma al respecto la daba en 2017 Augas de Galicia, que desvelaba en un informe en septiembre que "aproximadamente un 70% del caudal de entrada" a las instalaciones no habían recibido el tratamiento adecuado tras la separación de residuos líquidos o sólidos que no se mezclan con el agua. El fallo se produce en el segundo de los procesos de depuración de la planta, la decantación biológica con lodos activados, en el que se emplean bacterias que transforman los residuos orgánicos en minerales y que se ven afectadas por la salinidad.

Fuentes municipales aseguran que la decisión "se explicó a todos los portavoces", pero desde Marea afirman que el trasvase se realizó "de forma opaca e unilateral". Su portavoz, María García, reconoció que las ayudas frente a la crisis son "necesarias", pero argumentó que "podían haberse financiado con otras partidas como los 1,3 millones que se dedican a hacer propaganda". García -que participó ayer en el Consello de EDAR Bens- señala que "en estos momentos de alerta sanitaria, optimizar la depuración de las aguas debe ser una prioridad". El Concello replica que el proyecto "no lo ejecutaron ni el PP ni la Marea", y asegura que el aplazamiento "no significa que no se vaya a ejecutar".

"Claro que estamos comprometidos con esta obra, y tratará de licitarse el próximo año. Pero si entre junio y diciembre no se podía ejecutar, lo mejor es que ese dinero no se pierda y se destine a ayudar", indican desde el Ayuntamiento. El gasto del proyecto se realizaría a cargo de EDAR Bens, en la que depuran sus aguas tanto la ciudad como Oleiros, Arteixo, Cambre y Culleredo. La sociedad se pactó en 2013, y ya en su primera reunión en diciembre los miembros fueron puestos al corriente de varias deficiencias en la planta, como fugas en el emisario submarino, la tubería que se adentra en el mar. Según un informe de Augas de Galicia, realizado el pasado agosto, el estado de la depuradora es "aceptable" y cumple las directivas europeas, pero supera en ocasiones los valores máximos de vertido y además sufre de graves deficiencias que exigen numerosas reparaciones.