El Pleno de ayer contó con tres ciudadanos como voz de la calle. La primera fue una representante del Servizo Municipal de Ayuda a Domicilio (SAD), Trinidad Palacios, que inquirió al Ejecutivo local si iba hacer algo para mejorar la situación de su sector. La empleada denunció que "las primeras semanas" de la pandemia la plantilla salió "sin mascarilla", que no se les practicaron los test y que "no hay control sobre las empresas concesionarias del SAD por parte del Concello". Ante su "precariedad", la edil de Servicios Sociales, Yoya Neira, aseguró que "se está preparando una nueva contratación", y que los pliegos recogerán "un trabajo que tiene que ser dignificado".