La Autoridad Portuaria licita por 148.815 euros la redacción del proyecto de rehabilitación de dos de los cuatro pantalanes existentes en el muelle petrolero de San Diego. El documento servirá de guía para llevar a cabo las obras necesarias en esos puntos de atraque de los buques, que el Puerto prevé mantener en activo durante un periodo máximo de diez años, ya que Repsol, la empresa que opera en esas instalaciones, está efectuando ya los trabajos necesarios para trasladarse a la dársena de punta Langosteira.

Una inspección encargada por el Puerto en 2019 apreció diferentes problemas en la estructura de uno de estos pantalanes, situados de forma longitudinal al muelle de San Diego, por lo que se estima necesaria la redacción de un informe de evaluación que determine qué medidas son precisas. Una vez se disponga de ese documento, se redactará el proyecto técnico de las obras, con vistas a su contratación.

Ambos pantalanes fueron construidos entre 1963 y 1965 y están separados uno del otro por una distancia de 155 metros. Se asientan sobre el fondo marino mediante unas pilas prefabricadas de hormigón que sujetan las vigas sobre las que se disponen los tableros. En 1996 fue necesario reparar la zona inferior de esas vigas por estar expuestas a la acción del mar y el año pasado el examen realizado en el pantalán dos, tanto en su superficie como a bordo de una embarcación e incluso mediante una inmersión reveló la existencia de problemas estructurales que precisan de una intervención. Esa actuación se extenderá al pantalán uno al considerar que se encuentra en una situación similar.

Repsol construye ya en el puerto exterior el pantalán que servirá de punto de atraque para los petroleros que presten servicio a su refinería coruñesa. Esos trabajos tenían este verano como fecha prevista para su conclusión, aunque podrían retrasarse debido a la paralización que se produjo durante el confinamiento a causa de la pandemia.

Pero para que la compañía pueda operar en punta Langosteira también es necesario el poliducto que unirá el complejo industrial de Bens con los nuevos muelles, cuyos trabajos aún no se han iniciado y para el que se prevé un plazo de ejecución de un año.

Autoridad Portuaria y Repsol acordaron en 2013 el traslado del 60% de la actividad del muelle petrolero a Langosteira y fijaron abril de 2018 como el momento en el que la empresa debería operar en la nueva dársena, aunque transcurridos más de dos años de esa fecha, todavía se desconoce cuándo podrá hacerlo.