A punto de cumplir su medio siglo de vida, la Feria del Libro vivirá este año su edición más singular en A Coruña, que dará comienzo mañana a las 12.30 horas con una nueva ubicación más segura y protocolos de higiene. Las casetas, un total de 16 entre librerías y editoriales, comenzaban ya a erigirse ayer en el Cantón Pequeño desde Sánchez Bregua, que reunirá a 107 escritores, ilustradores y traductores hasta el 10 de agosto.

A raíz de la emergencia sanitaria, la mayoría de los creadores que acudan a firmar serán locales y gallegos. La feria contará con tres puntos de firma y los escritores estarán situados tras mamparas como medida preventiva, a la que se sumará la desinfección del mobiliario antes y después de cada autógrafo. En esta 49 edición, no habrá presentaciones para evitar el riesgo de contagio, y se establecerá un sentido único de circulación, de derecha a izquierda. Cada caseta contará con un acceso propio, previa desinfección de manos, y en cada expositor se atenderá por vez un turno de un máximo de cuatro personas.

"La feria de este año es necesaria para reactivar la industria cultural gallega y dar visibilidad a las historias que quedaron sin compartir durante el confinamiento. Este sector nunca falla a A Coruña, y esperamos que la ciudad tampoco le falle al sector", indicó en la presentación del acto el concejal de Fiestas Juan Ignacio Borrego. El edil aseguró que la cultura "necesita recursos", y animó a los coruñeses a acercarse a la "buena colección de volúmenes" que acamparán en las calles desde mañana. Los libros contarán con un descuento del 10%, y acudirán autores como Elba Pedrosa, Manuel Rivas, Javier Peña, Xurxo Souto, Emma Pedreira, El Hematocrítico o Miguelanxo Prado, además de las librerías coruñesas Azeta, Metrópolis Cómics, Moito Conto, Arenas, El Faro de los Tres Mundos, Nobel y Alita Cómics.

En el acto, las administraciones coincidieron en su llamamiento a la conciencia cívica para respetar los protocolos y disfrutar de la feria con seguridad. "Son lugares donde lo que nos gusta es pasear y hablar con los libreros. Nuestra intención es que ese año continuemos haciendo lo mismo, aunque sea cumpliendo medidas estrechas de seguridad", indicó la coordinadora de la Federación de Libreros de Galicia, Nani Regueira. La responsable invitó a que la consigna de esta 49 edición, "non contaxian, pero enganchan", "sea un lema de responsabilidad de todos", y agradeció el esfuerzo "económico y anímico" de los libreros en una época tan complicada tras la pandemia. "Muchos están todavía en ERTE y eso les ha impedido acudir, pero el sector se está volcando desde el inicio en este escaparate para la literatura", afirmó.

Como novedad, y para reducir el hartazgo de las esperas, la feria ha contado este año con la colaboración de la mayoría de sus escritores para la creación de un proyecto de dinamización acústica. Los expositores dispondrán de "casi un centenar de audios y vídeos para amenizar la espera en las casetas", de modo que sea más sencillo respetar el plan anti-Covid. El virus cambiará la dinámica, pero organizadores y autoridades aguardan que sea también un empuje para el afán lector. "Durante la pandemia todo el mundo volvió a leer los libros pendientes", señaló el diputado de Cultura Xurxo Couto, al que el jefe territorial de la Xunta en ACoruña, Severino Álvarez, coreó la idea de que las historias "nos hacen libres".

Feria del Libro Antiguo

El mordisco que el Covid le ha dado a las fiestas, reducidas en un 75%, no afectará tampoco a la Feria del Libro Antiguo. Las casetas subirán una vez más sus persianas para cumplir con la cita, que ofrece cada año volúmenes de ocasión. Los expositores estarán abiertos al público del 14 al 31 de agosto, en la misma ubicación que la Feria del Libro.