La Autoridad Portuaria controlará los accesos al puerto exterior con la construcción de una plataforma de más de 4.000 metros cuadrados para ordenar las entradas y salidas de vehículos en las instalaciones de punta Langosteira. El ente coruñés acaba de iniciar el proceso de licitación de la obra con un presupuesto máximo de 566.046 euros (684.915 con el IVA incluido) y un plazo de estimación de su ejecución de cuatro meses. Desde ayer, con la publicación del anuncio en el portal de contratación del Estado, se ha abierto un periodo de veinte días para la presentación de ofertas.

El Puerto de A Coruña pone en marcha esta licitación con el fin de dotar de una mayor operatividad al actual control de accesos de la dársena de Langosteira, acorde con el nivel de tráfico rodado que genera la actividad portuaria para no generar aglomeraciones de vehículos en las inmediaciones de las cabinas de vigilancia y control. Al mismo tiempo pretende proteger el cierre de las instalaciones en esta área del complejo portuario para adaptarse al código PBIP, un sistema internacional para la protección de los buques y de las instalaciones portuarias.

Las obras consistirán en la construcción de una plataforma con una superficie de 4.197 metros cuadrados para el aparcamiento de vehículos durante el proceso de trámites al que se tengan que ajustar sus conductores para obtener la autorización de entrada en la dársena exterior. Esta plataforma contará con diez estacionamientos para camiones y cinco para turismos, además de un puesto con tres habitáculos para máquinas de trámites. Los trabajos comprenden la fabricación, suministro e instalación de un cierre móvil de 860 mililitros para separar las explanadas norte y sur de punta Langosteira. Todas las actuaciones previstas deberán ejecutarse dentro de la misma área, según recoge el informe del Puerto que justifica la necesidad de contratar estas obras.

La Autoridad Portuaria encuadra esta inversión en el apartado de trabajos destinados a controles de accesos y circuito cerrado de televisión en el puerto exterior, con la finalidad de que las instalaciones se adapten de forma paulatina "al creciente tráfico portuario y a las necesidades de explotación". En este sentido apunta en el mismo informe que las obras de ampliación del muelle A2-A3 proporcionarán al puerto de 1.560 metros de longitud, "lo que significa una importante oportunidad de nuevos desarrollos y tráficos" que conllevará un incremento del transporte hacia y desde las instalaciones de Langosteira.

Con un enfoque a medio plazo, el Puerto vaticina que la evolución de los tráficos, el traslado de operadores y las ampliaciones de las concesiones de las empresas asentadas en punta Langosteira hacen necesarias nuevas inversiones para controlar la actividad.

Más un largo plazo, la entidad coruñesa justifica la inversión para que este control de acceso de vehículos por carretera a través de la AC-15 sea "compatible" con el previsto ramal ferroviario, una infraestructura esencial para la operatividad de la dársena de Langosteira pero atascada casi permanentemente en su desarrollo y de la que se desconoce quién asumirá su coste, estimado en unos 140 millones de euros.

La presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, descartó el pasado mes de junio en una visita a Galicia que el órgano estatal fuera a financiar en solitario el tren al puerto exterior y se mostró dispuesta a colaborar con la Autoridad Portuaria. Al mismo tiempo recordó que los puertos "deben costear sus conexiones" tras calificar de "malísima" la situación financiera del ente coruñés, por su endeudamiento con las obras del puerto exterior por lo que dejó en el aire "los términos de la financiación" del enlace ferroviario.