Lorena Álvarez es trabajadora social en la entidad Ecos do Sur, denuncia que la brecha digital se hace cada día más grande ya que, incluso conociendo el idioma, que no siempre es el caso, o manejando internet, sus usuarios no siempre tienen acceso a la red o carecen de medios para poder solicitar las ayudas a las que, por su situación, tienen derecho.

¿Qué supone para los usuarios que la Seguridad Social no dé cita presencial en la ciudad y que los teléfonos estén colapsados?

Con el estado de alarma todos nos tuvimos que reinventar, Nos adecuamos a hacerlo todo de forma telemática y tuvo sus partes positivas, como la coordinación con las Administraciones para poder dar solución a las urgencias. Otra situación se dio cuando se levantó el estado de alarma, sobre todo en Servicios Sociales se hizo un embudo porque no solo había que hacer seguimiento de los casos que ya había sino también de los nuevos. Si en la Seguridad Social no les dan cita a los usuarios, acuden a los Servicios Sociales del Concello y, si no les atienden, van a las entidades.

Y todo esto por internet o por teléfono, ¿no?

Damos por hecho que todo el mundo puede pedir una cita por internet o con el móvil, pero no es así, algunas veces, ni conocen el idioma. Incluso, aunque consigan acceder, no siempre tienen la documentación necesaria que estos medios telemáticos piden.

¿Por ejemplo?

Una empleada de hogar que perdió el trabajo en marzo con el estado de alarma. Salió un recurso económico específico para ellas en junio. Primero, hay que conseguir toda la documentación que requiere el SEPE para tramitar la ayuda. Aunque salga en junio, si la cita para hacer un informe se la dan en agosto, ¿cuándo va a cobrar?

¿Afecta sobre todo a las que tienen menos recursos?

Sí, porque piden esas ayudas porque están en una situación precaria. Y esto es en el caso de una mujer que tenga todo regularizado y que accedió a un empleo, después, tenemos una parte de la población que está invisibilizada, la que está en situación administrativa irregular. Es todavía más complicado.

¿Hay el mismo problema de falta de citas, por ejemplo, en Extranjería o en el padrón?

Sí. Para tramitar el Ingreso Mínimo Vital, si soy de Perú y llevo aquí dos años, tengo que solicitar un certificado a la Policía que acredite que yo tengo residencia legal. Para eso tengo que pedir una cita previa a través de internet y está totalmente colapsada. En el padrón, más de lo mismo, aunque las chicas del 010 nos ayudan mucho. Si pido cita por internet, la primera que hay libre es el 25 de octubre. Si me tardan dos meses en dar el padrón y después otros dos en darme cita para Servicios Sociales, cuando a mí se me valore mi situación, a saber cuál es ya.

¿No hay ayudas intermedias?

En los centros cívicos están los servicios de ayuda inmediata pero, actualmente, están también saturados. En el estado de alarma se atendía inmediatamente, pero ahora llevan un retraso de semanas. Las demandas en todos los aspectos se han triplicado. Gente que llevaba tiempo sin acudir a Servicios Sociales ha tenido que volver. Es cierto que están intentado dar respuesta a todo. La vida para todos es una carrera de fondo, los que tienen familia, salud, empleo y recursos salen en primera línea, los que no tienen una red en la que apoyarse salen detrás y aún detrás de ellos, los que menos tienen. Y estamos hablando de las necesidades más básicas.

¿Vamos a peor?

Para mí, como trabajadora social, cada vez, es más difícil intervenir. Me dedico más a gestionar porque, ¿qué le vas a decir a una persona que no tiene para comer? Lo que hacemos es buscar documentación para poder conseguirle ayudas para que puedan tener un techo y comida. El sistema está en un colapso. Estoy totalmente a favor del ingreso mínimo, pero, si lo quiero solicitar, como usuaria, la Seguridad Social no me facilita una cita ni siquiera online para poder tramitarlo.

¿Para el Ingreso Mínimo Vital es necesaria la atención presencial?

Da varias opciones. Si eres preceptora de la ayuda de hijo a cargo, la Seguridad Social ya lo tramita de oficio. Si no es así, como pasa en la mayoría de los casos, hay que solicitarlo pero hay que documentar la situación. Si no me dan cita, puedo hacerlo por internet, pero para eso tengo que tener ordenador y acceso a internet y la documentación. Para conseguir esa documentación, como el certificado de la Policía o el padrón histórico, tengo que solicitar cita previa, pero estamos en la misma situación, porque las otras Administraciones también están colapsadas y hay que esperar meses.

¿Va rápida, al menos, la concesión de las ayudas una vez presentados los papeles?

No. Somos conscientes de que no se han ampliado las plantillas lo suficiente, entonces, llegan muchas demandas y hay muy pocos gestores que tramiten. La gente que está intentando acceder esa ayuda y la que no tiene cita en la Seguridad Social, vuelve al inicio, a Servicios Sociales para una ayuda de emergencia o pide la Risga, que no es compatible con el ingreso mínimo.

El hecho de que sea con carácter retroactivo, ¿ayuda? Porque a lo mejor, en el momento en el que cobren, ya han sido desahuciados.

Puede pasar. Son situaciones límite. Son personas que se pasan el día apagando fuegos para intentar cubrir sus necesidades más básicas. Pero pasa con el Ingreso Mínimo Vital y con la ayuda a las empleadas de hogar. En ese caso, nos pedían que enviásemos la documentación por correo postal. Todos esos papeles llegarán a una central en Madrid y los tendrán que revisar y estudiar,.

Pasa de ser un problema burocrático a algo mucho más serio...

Las consecuencias pueden ser devastadoras para mucha gente. Que yo no pueda documentar mi situación estando en pobreza severa es brutal, sobre todo, en el caso de los más pequeños. La mala alimentación, el estrés que se genera en las familias por no pagar el alquiler o las facturas de la luz, porque en el estado de alarma no te la cortaban, pero ahora sí...

¿Pasa la solución por tener más personal en la Administración?

Más personal y más coordinación entre Administraciones. Las trabajadoras sociales, tanto de entidades como del Concello, hemos trabajado de lunes a lunes para poder dar una respuesta inmediata durante el confinamiento. Estamos al límite. Pero tenemos que mejorar el sistema porque a los más invisibles se los come. Nosotras intentamos que no sea así.