Las familias del instituto Monte das Moas manifiestan su preocupación por el inminente inicio de curso. No porque sus hijos tengan que volver a clase sino porque el centro no tiene espacio suficiente para cumplir el protocolo, ya que la distancia que hay que mantener entre estudiantes ha aumentado de un metro a uno y medio. "Sabemos que se mandó un informe a la Consellería de Educación, que vino un inspector y confirmó que las instalaciones no son suficientes para todos", cuenta la portavoz de la asociación de padres y madres de alumnos del centro, Maica Bouza.

Aunque el instituto todavía no ha comunicado a las familias qué medidas va a tomar para el nuevo curso, que arranca el día 16, padres y madres ya evalúan las opciones que hay sobre la mesa. Una de ellas, como ocurre en otros centros, es la de establecer turnos de tarde para los alumnos de 4º de ESO y los dos cursos de Bachillerato. "Se están barajando varias alternativas, pero lo único que nos preocupa es que los alumnos vayan a clase en condiciones seguras. Sabemos que habrá a quien le guste más o menos el turno de tarde, pero estamos ante una situación excepcional", indica.

Ante todo, las familias exigen la "presencialidad" en las aulas, pues no quieren que se repita "lo del trimestre pasado". Defienden que los jóvenes "tienen que ir a clase". Eso sí, con las medidas de seguridad oportunas. "Pedimos que se cumpla el protocolo, que haya medios y profesorado para atender las situaciones que se produzcan", resume Maica Bouza.

Aquí entra otro factor clave, que es la conciliación familiar. "Con la decisión que se tome para tener espacio para todos los alumnos del centro, hay que tener en cuenta la situación de las familias y su adaptación a la alternativa", expone la portavoz de la asociación de padres y madres de alumnos del instituto Monte das Moas, que indica que esto no solo afecta a los estudiantes, sino también a "profesores y personal del centro".

Maica Bouza propone que también se podrían "ocupar otras instalaciones del centro" para convertirlas en aulas y ganar espacio, lo que ayudaría a cumplir las medidas impuestas por la Xunta. "Lo que pedimos las familias es que el curso empiece con garantías para todo el mundo, es decir, profesores, alumnos y personal del instituto, y que las clases sean presenciales. Eso sí, con el menor ratio de alumnos posible", señala.

Padres, madres y estudiantes del Monte das Moas son conscientes de que "cualquier decisión que se tome, que no sea lo habitual, dificultará la situación", pero esperan que, pese a todo, los estudiantes vuelvan a sus pupitres "con total seguridad".