El Gobierno local prevé aprobar en los próximos días la licencia solicitada hace dos años por Repsol al Ayuntamiento de A Coruña para la construcción del poliducto que enlazará la refinería con el puerto exterior. Este paso, para el que, según fuentes municipales, se están gestionando "los últimos trámites", supondrá otro importante avance en el desarrollo de la infraestructura industrial, después de que este lunes la Xunta desbloquease la extracción, traslado y reposición del petroglifo hallado en la zona de Nostián con el visto bueno dado al proyecto de la compañía para esta intervención. La próxima Junta de Gobierno Local, donde se daría aprobación a la licencia, está programada para el miércoles 23 de septiembre.

Repsol pidió el permiso para construir el poliducto a los concellos de A Coruña y Arteixo, por donde discurre su trazado, en mayo de 2018. El municipio vecino otorgó la autorización en octubre de 2019, pero la administración coruñesa pospuso el trámite tras el hallazgo en Nostián, en abril del año pasado, de unos restos arqueológicos consistentes en marcas en unas piedras documentados en 1979 y recogidos en un artículo en 1996.

El Ayuntamiento envió un informe inicial a la Xunta en el que dio cuenta del descubrimiento, dado que Patrimonio sería el organismo que decidiese si habría que adoptar o no medidas cautelares para salvaguardar el bien patrimonial. Repsol también llevó a cabo cuatro estudios complementarios; uno de ellos, el realizado por el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, profesor emérito de la UDC y director del Instituto de Xeoloxía Parga Pondal, descartó que las marcas de las piedras por las que está proyectado el paso del poliducto fuesen un petroglifo de valor histórico. Pero Patrimonio contradijo este dictamen y en marzo de este año, unos días antes de la entrada del país en estado de alarma por el coronavirus, resolvió que las marcas sí constituyen un petroglifo y que su conservación en el mismo lugar en el que fueron creadas tiene interés histórico y artístico.

La Xunta pidió a Repsol una propuesta que hiciese compatible la construcción del poliducto con la conservación de los grabados existentes. El proyecto fue remitido a Patrimonio en julio pasado y casi dos meses después el departamento de la Consellería de Cultura lo aprobó, por lo que la compañía petrolera puede ejecutar una intervención para la que está previsto un periodo de 50 días y el desarrollo de siete fases.

El poliducto que construirá Repsol tendrá una longitud de 3,8 kilómetros (1,3 en suelo de A Coruña y 2,5 de Arteixo). Su ejecución durará un año. La infraestructura constará de once tubos para transportar hidrocarburos desde la refinería hasta la dársena de Langosteira.