La temporada de playas se cerró con 532 incidencias, un 30% menos que en 2019, de las que 140 fueron relacionadas con heridas superficiales, según el Ayuntamiento. Los 56 profesionales que trabajaron en las playas de Riazor, Orzán, Matadero, As Lapas, San Amaro y Oza no tuvieron que asistir ningún ahogamiento y solo atendieron una parada cardiorrespiratoria y una pérdida de conocimiento.

El Servicio de Salvamento y Socorrismo contabilizó 32 rozaduras, 29 traumatismos, 20 traslados de personas a centros sanitarios y 18 rescates acuáticos. Los socorristas intervinieron en nueve ocasiones por alertas de personas desaparecidas, dos más que en 2019, aunque todas se resolvieron de manera satisfactoria.