La Autoridad Portuaria publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado la declaración de caducidad de la concesión de Varaderos Lazareto en la dársena de Oza, que tenía vigencia hasta 2027. Las instalaciones permanecen cerradas desde hace meses y fuentes del sector portuario atribuyen la pérdida de la concesión al impago del canon, ya que la empresa pasaba por dificultades económicas desde hace tiempo.

El Puerto expresó ayer su interés en que ese varadero recupere su actividad "lo antes posible por parte de un operador solvente", ya que considera que la flota pesquera de A Coruña necesita contar con un servicio de reparación de buques.

Los problemas financieros de la empresa llevaron a su propietario a alquilar el varadero el pasado mes de enero a la compañía Talleres Cillero, radicada en Viveiro y que pretendía efectuar en este lugar trabajos que no puede desarrollar en sus instalaciones de Celeiro y Burela. El inicio de la pandemia interrumpió la actividad de esta firma, que incluso había llevado a cabo reformas en el varadero para ponerlo a punto, ya que había permanecido inactivo durante diez meses.

En las últimas semanas se produjo además otro acontecimiento relevante, el fallecimiento del propietario de Varaderos Lazareto, lo que pone en duda la continuidad de la firma, que en marzo de 2019 sufrió un serio percance al volcar sobre uno de sus carros de varada el buque pesquero Lumian en el momento en que era llevado a tierra para que se le realizara una reparación.

El armador del barco acusó al varadero de desentenderse de su recuperación, por lo que tuvo que recurrir a una empresa especializada para izarlo en el mes de junio con la ayuda de una grúa pórtico que se instaló sobre la rampa. En agosto, tras las reparaciones efectuadas en el navío, este abandonó la dársena de Oza, aunque el varadero continuó sin actividad hasta enero.

El recinto acoge en la actualidad en uno de sus carros al lujoso yate Brave goose of 1972, que fue propiedad del famoso delincuente británico John Palmer con el nombre de Brave goose of Essex. El barco fue adquirido por el propietario del varadero y permanece allí a la espera de que se decida cuál será su futuro.