Bicicletas y patinetes eléctricos agotados, reparaciones y nuevos clientes. Así se resume el verano de las tiendas y talleres de la ciudad especializados en estos medios de transporte, que han incrementado sus ventas a causa del coronavirus. La necesidad de hacer deporte tras meses de parón y el miedo al contagio en el transporte público son algunos de los factores clave de este incremento. "Nuestras ventas crecieron más de un 30%. Ha venido mucha gente a comprar patinetes y bicis, pero también a hacer reparaciones", cuenta Juan Assuncao, de Ciclotronic y BiciVintage, que revela que lo más habitual son "los pinchazos".

En Scoot Repair, ubicada en la avenida Fernández Latorre, se registró un "repunte" en las ventas "a partir de julio". Lo cuenta el propietario, Óscar López: "Vino mucha gente interesada en los patinetes porque quiere escapar del transporte público y evitar las masificaciones". Explica, además, que se trata de un vehículo "muy económico, que consume poco y que tiene una autonomía de entre 25 y 30 kilómetros".

No ha sido el único boom del verano, pues también las bicicletas se han agotado. "Me falta stock. Lo que más se han vendido son las Mountaine Bike. Pero no solo me ha pasado a mí, sino a todo el negocio. Las fábricas no son capaces de cubrir tanta demanda del producto", revela Gustavo Cao, de Hércules Bike, que ha recibido "más clientes de lo habitual" en los últimos meses.

Cao reconoce que este sector es el "gran beneficiado de la pandemia". El interés por comprar una bicicleta o un patinete eléctrico no dejó de crecer desde el fin del estado de alarma. "Se notó que la gente salió del encierro con nuevas ilusiones. Muchos optaron por hacer deporte y la bicicleta es una buena opción", indica, pues es "deporte individual, con lo que se evitan contagios" y también sirve de "transporte para ir a trabajar".

El dueño de Hércules Bike indica que el boom "ya se está relajando por la llegada del otoño". "Para mí, en mayo fue lo más fuerte", informa. Los responsables de estos establecimientos son conscientes de que llega el invierno y con él la lluvia, por lo que puede que más de uno quiera guardar la bicicleta o el patinete en el garaje. No obstante, Óscar López es optimista y cree que "mucha gente sigue usando el patinete aunque sea invierno". "Nosotros tenemos a la venta impermeables para mochilas. Los patinetes aguantan mucho. Es cierto que el día de temporal no lo sacas, pero el resto del invierno, sí", comenta el propietario de Scoot Repair, donde también han recibido visitas de clientes en busca de "accesorios o vinilos personalizados" para dar un toque diferente a su vehículo.

Por BiciVintage han desfilado bicicletas antiguas que buscan un nuevo uso. "Nos encargamos de ponerlas a punto y también las convertimos en bicicletas eléctricas", explica Juan Assuncao, quien opina que el "Ayuntamiento debería aprovechar este momento en el que la gente está muy concienciada con el uso de los medios de transporte sostenibles".

Aunque todos coinciden en que "el confinamiento y la pandemia" fueron los "causantes" del incremento de las ventas, indican que hay otros "factores importantes" que han empujado a muchos clientes a unirse a esta nueva moda. La existencia del carril bici en la ciudad, que ha crecido en los últimos meses, da "confianza" a los ciclistas. "Favorece mucho que la gente tenga un carril por el que circular y sentirse segura. Además, el nuestro es de los mejores y la zona que está pegada al mar sirve también para hacer deporte", comenta el responsable de Hércules Bike.

A los usuarios de los patinetes eléctricos también les benefició que entrase en vigor la instrucción municipal con la que regular el uso de los vehículos de movilidad personal (VMP). "El Concello deja que los patinetes vayan por los carriles 30, 20 y 10 y no por las aceras. Eso ha favorecido las ventas", cuenta Óscar López.

Juan Assuncao opina, no obstante, que habría que "habilitar más zonas de aparcamientos" para estos vehículos, lo que daría "más facilidades a los usuarios" para desplazarse por la ciudad.