Marea Atlántica ha presentado un recurso de reposición ante el Concello para que el Gobierno local dé marcha atrás y anule el nombramiento de Mónica Martínez como concejala de Deportes. Considera que contraviene el pacto antitransfuguismo y también el reglamento interno del Concello, además de ir en contra de la Ley de Bases de Régimen Local.

Marea Atlántica solicita también que la concejala, que consiguió su acta como cabeza de lista de Ciudadanos, devuelva al Concello los 16.000 euros que cobrará de más al haber cambiado sus competencias, de edila en la oposición a responsable del área de Deportes. Preguntado por este diario, el Gobierno local ha declinado dar explicaciones sobre este tema.

La portavoz de Marea Atlántica, María García, acusó ayer a Martínez de "secuestrar" el acta conseguida bajo las siglas de Ciudadanos. "Es una situación completamente ilegal", dijo García, que instó a disolver el Grupo Mixto para que Martínez pase a ser una concejal no adscrita. "El recurso de reposición pide que se anule la subida salarial de 44.000 euros a 60.000", añadió García, que hizo hincapié en que la baja de Martínez de Ciudadanos se hizo pública el pasado mes de junio y, "siguiendo el pacto antitransfuguismo, este tipo de concejales que abandonan su partido de origen no podrán entrar a formar parte de gobiernos y asumir responsabilidades de gestión", explicó, independientemente de si la baja se ha producido voluntariamente o no. "Esto tiene una consecuencia indiscutible, según el propio Reglamento Orgánico Municipal, Mónica Martínez pasa a ser una concejala no adscrita, porque los grupos municipales, incluido el mixto, deben corresponder a una formación política. La ley reguladora de las bases locales prohíbe, además, que los concejales no adscritos cobren un salario diferente o superior al que tenían cuando fueron nombrados", puntualizó García, toda vez que Martínez, como miembro de la oposición cobraba 44.000 euros y que, actualmente, tiene un sueldo de 60.000 como concejala del Gobierno local.

Sobre si habrá otros movimientos desde Marea Atlántica, García contestó ayer a preguntas de este diario, que ya lo verán cuando el Gobierno local resuelva este recurso. García tildó esta operación de "poco ética" y de poco efectiva, ya que impone barreras con los grupos que facilitaron la investidura de Inés Rey como alcaldesa, por el "giro a la derecha" que supone. "Es un signo de debilidad y es ilegal", zanjó García, que recalcó que un apoyo más no otorga la mayoría al PSOE.