A Falperra vive con el temor en el cuerpo desde hace meses. El barrio y sus alrededores registra cada día dos o tres robos en el interior de vehículos, al menos cuatro establecimientos han sido asaltados y por las noches, y a veces a plena luz del día, personas mayores son víctimas de robos con fuerza. En los supermercados hay altercados por tentativas de llevarse productos sin pagar y en terrazas e interiores de locales de hostelería, algunos al otro lado de la calle Juan Flórez, desaparecen bolsos, móviles y objetos de valor. Cuentan esta situación los propios vecinos y la confirman fuentes policiales. Ha habido denuncias, pero algunos damnificados han preferido no hacerlas. La inseguridad y el miedo, según aseguran los residentes, los causa un grupo de personas que ocupan ilegalmente desde hace un año dos edificios en la calle Doctor Fleming, los números 19 y 20, uno frente a otro.

Las cajeras del supermercado advierten a sus clientes de que estén alerta si pasan por Doctor Fleming, dice un vecino que prefiere no dar su nombre. "La gente tiene miedo en el barrio, sobre todo de noche, porque te atacan para robarte o aplican el método del tirón", afirma un miembro de la asociación vecinal. Señalan como presuntos autores a jóvenes, alrededor de una veintena de hombres y mujeres, que ocupan por completo dos inmuebles de esa calle, cada uno de cinco plantas. "Por la noche salen en grupos, hacen ruido y se les ve borrachos metiéndose con la gente o rompiendo los retrovisores de los coches y los cristales", apunta el mismo vecino.

"La Policía Nacional ha venido varias veces al barrio por llamadas y denuncias, pero nos dicen que no pueden entrar en los pisos sin la autorización de un juez. Algunas noches hay más vigilancia que otras y la situación se tranquiliza", cuenta otro residente, que explica que los dos edificios ocupados sin permiso están vacíos desde hace más de un año y que una empresa proyectaba rehabilitarlos antes de que las viviendas empezasen a llenarse de "emigrantes".

La Delegación del Gobierno añade que por ahora no hay denuncia sobre la ocupación ilegal por parte de los propietarios de los pisos y que el 091 está intentando averiguar quiénes son los titulares. Ha habido algún detenido, aclaran, el último este lunes, y hay presencia policial por la zona.

Fuentes municipales indican que prácticamente el cien por ciento de las denuncias del barrio en los últimos meses se deben a robos, hurtos, daños materiales y alborotos en la calle y en locales, aunque matizan que la falta de pruebas concluyentes impide atribuir todas las faltas y delitos a las mismas personas. Estas fuentes afirman que el pasado fin de semana se desarrolló en la zona un refuerzo nocturno de la vigilancia, con patrullas del 092 como apoyo a las de la Policía Nacional.

En un local de hostelería del barrio los policías encontraron una madrugada a uno de esos presuntos ocupantes que había estado bebiendo dentro, recuerda el vecino que oculta su identidad. Añade que los responsables de negocios, según le han contado, se han percatado de la presencia de clientes en pareja o en grupo que tras pedir una consumición vigilan los movimientos y las pertenencias de otros con la intención de apropiarse de ellas.

En la madrugada de este lunes el establecimiento Casa Ponte, en Juan Flórez, sufrió el robo de dinero que había en la caja registradora y de bebidas. En las semanas anteriores se denunciaron asaltos en otros locales de la calle Emilia Pardo Bazán. Otros propietarios a los que les han sustraído objetos de valor prefieren no dar parte. "Hay miedo. La gente anda con cuidado y no quiere salir a la calle, sobre todo porque se aprovechan de los mayores", coinciden residentes consultados.