Un juzgado ha ordenado el desalojo del número 19 de la calle Doctor Fleming, ocupado ilegalmente desde principios de año, al igual que el número 20 de la misma calle. Ambos son del mismo propietario, una empresa que los adquirió para reformarlos y poner los pisos en venta.

El abogado de la empresa, Enrique Rodríguez, informa de que las "querellas de usurpación se interpusieron en enero", cuando los propietarios fueron conocedores de la situación que, en un principio, no causó perjuicio a los vecinos de A Falperra.

Pero la pandemia retrasó los procedimientos judiciales. Fue en julio cuando un juzgado ordenó el desalojo del número 19 de esta calle coruñesa. La empresa propietaria del inmueble está a la espera de que se emita la sentencia en firme para que la policía pueda echar a los ocupas. "De los diez ocupas que fueron identificados, nueve han sido notificados y no recurrieron. Pero al no poder notificar a la otra persona, el aviso tuvo que ser publicado y hay que espera un tiempo para que se publique definitivamente la sentencia y se ejecute el desalojo", expone el abogado, que espera que el trámite no se demore. También un inspector de la Policía Nacional de se reunió el viernes con los vecinos de A Falperra para informarles de esta situación. Confirmó que se está intentando agilizar el proceso y señaló que se ha reforzado la vigilancia en el barrio, con patrullas y agentes de paisano.

Cuando la policía proceda al desalojo de los ocupas de este edificio, la empresa propietaria procederá a instalar mecanismos de control para que no se repita la situación y poder iniciar la reforma, pues ya cuenta con licencia de obra. "Se pondrán sistemas de control, alarmas o incluso una verja para que no vuelvan a entrar", indica Enrique Rodríguez.

El número 20 de la calle Doctor Fleming, sin embargo, todavía tendrá que esperar para ser desocupado, aunque algunos de sus nuevos inquilinos ya han sido identificados por la policía.

La empresa que adquirió estos edificios fue alertada por la asociación vecinal de A Falperra de la ocupación. En un principio, los vecinos aseguraron que los ocupas "eran tranquilos y no causaban perturbación en el barrio", pero hace casi tres meses que la situación ha cambiado y que se repiten los robos, peleas y asaltos en la zona. La asociación planeaba hacer una concentración ayer pero se suspendió por las restricciones del coronavirus.