El Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) sigue a la espera de que la Universidade da Coruña conteste a sus peticiones de reformular el concurso de la Ciudad de las TIC. La entidad renunció a designar a uno de sus profesionales como jurado de este certamen al entender que las bases no se adecuaban a las necesidades del colectivo. La decana del colegio, Elena Ampudia, explica que, tras estudiar los pliegos, que la Universidade les envió el 18 de septiembre, detectaron "deficiencias" y así se lo hicieron constar para que reconsiderase sus exigencias. El concurso se convoca para redactar el proyecto para el Centro de Servicios Avanzados y el estudio de detalle para la rehabilitación de la fábrica de armas como Cidade das TIC.

"Las causas principales para renunciar a la designación de jurado fueron los honorarios que se establecían en el concurso, que están en torno a un 40% por debajo de lo que serían unos honorarios normales a pagar por los trabajos que se requieren", relata la decana. Estos honorarios ascienden a 248.941,27 euros para el ganador por el encargo del estudio de detalle, el proyecto básico y de ejecución, y los trabajos complementarios de dirección de obras, seguridad y salud. Para el segundo clasificado se reservan 3.500 euros y para el tercero 1.500.

Otra de las razones que llevaron al COAG a declinar la oferta de la Universidade fue que el tiempo de entrega, "tanto para el concurso como para la redacción del proyecto" no eran lo suficientemente amplios como para que se pudiesen presentar sus compañeros. En vez de los 35 días iniciales -aumentado después a 45- proponen entre 45 y 60.

Las bases, que se publicaron el 28 de septiembre, establecían, en un primer momento, el 2 de noviembre como fecha límite de presentación de proyectos. Actualmente, el plazo expira el 12 de noviembre.

"El concurso puntuaba favorablemente la reducción de los tiempos de entrega del proyecto y entendíamos que no era bueno, porque ya eran bastante cortos y también valoraba una reducción de los honorarios establecidos cuando, de por sí, los que ellos establecían eran bajos", comenta Ampudia. Otro de los factores determinantes fue que a las personas que participasen como miembros del jurado no se les iba a pagar.

Si las bases del concurso son reformuladas, según Ampudia, el COAG se replantearía su participación en el jurado. Fuentes de la UDC explicaron ayer que ya se ha introducido una modificación, la de la ampliación del plazo de entrega en diez días, y que, por el momento, no estaban previstos más cambios.

Con estos pliegos, que el COAG y más de 130 profesionales no consideran "justos" -y así lo reflejaron con su firma en un escrito-, Ampudia cree que no se presentarán muchas ofertas. "Un proyecto de esta envergadura es muy complejo y requiere su tiempo. Es verdad que a este tipo de concursos se suelen presentar equipos grandes pero, por muy grande que sea, con estos tiempos que marcan es muy complicado".

"Creo que hicimos lo que debíamos, si no han querido escuchar al colegio, han escuchado en parte a los compañeros que se han quejado. Creo que se podría haber reconducido el tema cuando les trasladamos nuestro parecer y se podría haber evitado esta mala publicidad", concluye Ampudia.