La búsqueda de un nuevo modelo de movilidad para la ciudad llevó al Gobierno local de Marea Atlántica a encargar a la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, dirigida por Salvador Rueda, la elaboración de una propuesta que mejorase de forma sustancial la situación que vivía A Coruña en aquel momento. Rueda ya tenía experiencia de trabajo en la ciudad, ya que había diseñado el Plan de Movilidad y Espacio Público que el Gobierno local de PSOE y BNG dejó concluido al terminar su mandato pero que no llegó a aprobarse, y al aceptar el encargo de Marea confeccionó un Plan de Integración de Redes de Transporte que contenía una reestructuración total de las líneas del bus urbano y el trazado de carriles bus y bici, así como el diseño de una red de metro ligero.

Este plan, que no llegó a darse a conocer, hacía del metro ligero un medio de transporte clave para la ciudad y tenía a la ronda de Outeiro como el eje a través del cual se organizarían los recorridos. La elección de esta vía no era casual, ya que recorre los barrios más poblados del municipio (Os Rosales, Labañou, Agra do Orzán, O Ventorrillo, Os Mallos y Sagrada Familia) y permite conexiones con calles que dan acceso fácilmente con otras zonas también densamente pobladas o que constituyen nudos de comunicación del casco urbano.

El trazado del metro ligero coruñés propuesto en 2018 constaba así de una línea básica que partía de Os Rosales y llegaba hasta la estación de autobuses a lo largo de la ronda de Outeiro. Las paradas establecidas en ese recorrido serían Manuel Azaña, Pepín Rivero (actual Educación), Manuel Deschamps, Monasterio de Toxos Outos, avenida de Fisterra, Vioño, San Cristóbal y la estación de autobuses.

De la rotonda del Pavo Real partiría otra línea que recorrería la ensenada de Riazor hasta Monte Alto, con paradas en Manuel Murguía, Riazor, plaza de Pontevedra, Orzán, Matadero, Domus y Acuario, aunque también dispondría de un pequeño ramal que llegaría hasta la plaza de España.

La línea de la ronda de Outeiro contaría también con una derivación en San Cristóbal que se dirigiría hacia el polígono de Agrela, con paradas en la avenida de Arteixo y Severo Ochoa. Al final de la línea principal, la de la ronda de Outeiro, otro ramal saldría de la estación de autobuses con destino al campus universitario de Elviña, a donde llegaría tras parar en Nuevos Ministerios, Monelos, Matogrande y el Coliseum. Según el diseño presentado, el metro ligero aprovecharía en su último tramo de este ramal la vía férrea que separa Matogrande de Xuxán y que llega hasta el campus.

El proyecto de Salvador Rueda sucedía al incluido en el Plan General de Ordenación Municipal de 2013 redactado por Joan Busquets, en el que aparecía una red de metro ligero en la que la estación de San Cristóbal era su punto central, ya que por ella pasaban dos líneas que formaban un ocho para recorrer la ciudad.

Una de las líneas saldría por la ronda de Outeiro hacia el Pavo Real, donde se desviaría por Manuel Murguía hacia Riazor para aprovechar el tendido del tranvía turístico, que recorría toda la península de la Torre y concluía en O Parrote. De allí saldría otra línea que seguiría toda el borde del puerto hasta Casablanca por la red ferroviaria existente. También utilizaría las vías existentes el ramal que se dirigiría hacia la Universidad y alcanzaría además San Cristóbal. Desde ese mismo punto, el metro ligero emplearía la vía del tren para llegar a Agrela y tendría que usar su propia red para enlazar con un último ramal con la estación de San Diego.

El propio Salvador Rueda había incluido una propuesta de metro ligero en su plan de movilidad de 2011, que constaba de tres líneas, la primera de las cuales seguía el trazado del tranvía turístico pero ampliando su tendido desde las Esclavas hasta Os Rosales, mientras que desde O Parrote llegaría hasta Palexco. La línea 2 sería de tipo circular y partiría de las Esclavas hacia Manuel Murguía, ronda de Outeiro, Salgado Torres y Ramón y Cajal. Allí usaría las vías del puerto para regresar a la Marina. La última línea recorrería las avenidas de A Pasaxe y del Ejército y atravesaría el istmo coruñés por la plaza de Pontevedra para llegar a Os Rosales, la ronda de Outeiro y Someso.

Antes de todos estos proyectos, la Xunta elaboró en 2009 un Estudio de Viabilidad de una Red de Metro Ligero que solo incluía el municipio coruñés y que constaba de tres líneas, la primera con salida de la plaza de Pontevedra y siguiendo por San Andrés, Orzán y Panaderas para llegar a la plaza de España.

En el otro sentido partiría también de plaza de Pontevedra y pasaría por Juan Flórez y Federico Tapia hacia Cuatro Caminos y la estación de autobuses. De allí continuaría hacia el Barrio de las Flores, Matogrande, el Coliseum y el campus de Elviña. La línea dos enlazaría Os Rosales con la estación de autobuses a través de la ronda de Outeiro y la tres conectaría la plaza de Pontevedra con Os Rosales.

Ninguno de estos proyectos llegó a pasar del papel, pero en el recientemente presentado estudio sobre el carril bus de Juan Flórez, la empresa Terravanza comenta que "muchas ciudades han reconvertido o reconfigurado sus proyectos de metro ligero y/o tranvía en redes de plataformas reservadas para el autobús urbano y metropolitano". La razón de este cambio es "el contexto de restricciones económicas de la última década", así como una "mejor adecuación a los condicionantes urbanos y a las demandas potenciales previsibles", que a su juicio "aseguraba un alto nivel de servicio, tanto en frecuencias como en velocidades comerciales".