La Compañía de Tranvías y el Concello han aumentado el control de la capacidad máxima permitida en los autobuses a través del monitoreo en tiempo real. Este sistema contabiliza los pasajeros que entran en el vehículo, una tarea que se simplifica si se paga con la tarjeta Millenium, pues se hace de forma automática. El control ya estaba en funcionamiento, pero ahora se intensifica con la información que aportan los conductores, que controlarán las subidas y bajas en cada parada para que los inspectores lo contabilicen.

El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, informa, además, de que este servicio cuenta con el apoyo de la Policía Local, para garantizar que se cumplan todas las medidas impuestas a consecuencia del coronavirus. El monitoreo en tiempo real permite saber a Tranvías cuántas personas viajan en el bus y si se cumplen los protocolos de seguridad. El conteo que deben realizar los conductores se complica cuando se trata de vehículos articulados, con menor visibilidad de la parte trasera de bus. El aforo permitido en los autobuses, según las últimas restricciones de la Xunta, queda fijado en la totalidad de las plazas sentadas y la sexta parte de las de pie.

Tranvías y Concello insisten en que el transporte urbano es un medio seguro. Se basan en los números facilitados por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que recoge el total de los brotes y casos de Covid-19 notificados en España, que reflejan que solo el 0,05% del total de los brotes y el 0,03% de las personas contagiadas se pueden asignar a estos ambientes.

Además de controlar el aforo, toda la flota de la Compañía de Tranvías se encuentra en funcionamiento, para evitar que pasajeros se queden en tierra en caso de que el bus vaya lleno.

Los usuarios deben llevar puesta la mascarilla durante todo el trayecto y seguir las indicaciones de los conductores, que deberán comprobar cuántas personas van de pie y evitar que se formen aglomeraciones en el interior de los buses. Por ello, la compañía recomienda ocupar las plazas de asiento disponibles una vez se acceda al bus.

También se insta a los usuarios a evitar las horas punta del transporte urbano. La línea universitaria, que suele contar con mucho tráfico de pasajeros, se ha reforzado en las últimas semanas con frecuencias de 2 a 3 minutos para facilitar el tránsito y evitar aglomeraciones y esperas.

De todos modos, los viajes en bus todavía no han alcanzado los números de antes de la pandemia. En septiembre, el número de viajes realizados fue de 1.206.242, un 38,5% menos que en enero, cuando alcanzaron los 1.963.593.