El Concello planificó ya su actuación en el área educativa en previsión de un posible confinamiento con el fin de adelantarse y contar con una información de base para afrontar la situación, con la que se pretendería frenar los contagios de Covid-19. El concejal de Educación, Jesús Celemín, y la concejal de Bienestar Social, Yoya Neira, se reunieron con representantes de las asociaciones de madres y padres y de las direcciones de los colegios para establecer un marco de actuación en caso de que los alumnos se tengan que quedar en casa.

El objetivo es establecer protocolos de forma más rápida en el caso de un segundo confinamiento con el objetivo de que "nadie se quede atrás". El Concello está recabando información de cada colegio para conocer sus necesidades e implantar una comunicación más fluida con la comunidad escolar para agilizar las actuaciones y detectar problemas sociales de los estudiantes, sobre todo, de los que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Para este curso se han dispuesto edificios y plazas públicas a disposición de los colegios con el fin de aumentar el perímetro de ocio para el estudiantado, y se ha reforzado la vigilancia policial en la entrada y salida de los colegios.