Galicia y Andalucía, enlazadas por un hilo musical americano, confluyen en Norteamericana aquí, el octavo trabajo discográfico de Luis Moro, que se puede escuchar desde esta semana. Con la música en compás de espera para ser interpretada y compartida en vivo, el músico coruñés enriquece una carrera de casi dos décadas con un atrevido álbum de versiones castellanizadas de autores y autoras norteamericanos a los que admira: Calexico, Iron & Wine, Devendra Banhart, Sharon van Etten, Ani Difranco, Kevin Morby, Wilco, Warpaint, Joe Henry y Eilen Jewell.

¿Su música, o al menos la de este disco, es muy americana?

Muchos de mis referentes son americanos y han influenciado bastante mi música. Pero en algunos trabajos busqué premeditadamente alejarme de ese sonido. En este disco intenté que la esencia americana estuviera ahí, las canciones lo son, y hay arreglos que también, pero intenté que sonaran a como las interpretarían músicos de aquí, de Galicia y de Andalucía.

Los autores a los que versiona juegan con géneros y en su obra se mezclan rock, folk, country, blues, indie... ¿En su música también?

He hecho canciones de todos esos géneros. Bueno, country no. Pero no diría que los busque como identificadores de mi música. Me gusta la música que me sale de dentro en una época concreta de mi vida. Por eso suele ser íntima y personal, como lo es también la canción de autor. Me gusta creer que simplemente es propia. A veces, por lo que sea, por como respiran las canciones, se arriman más a esos géneros que tanto escucho.

¿Reivindica a estos autores o los homenajea?

Los homenajeo, sin duda. La idea de hacer un trabajo de adaptaciones surgió por casualidad y fue creciendo hasta que se consolidó. Y si finalmente lo he hecho es porque los admiro, porque me llegan y me revuelven, y con este disco se lo agradezco.

¿Qué versiones admira más, las que son fieles a las canciones originales o las que las reconstruyen?

Las que se quedan en un punto intermedio: aquellas en las que se identifica el tema original, pero que suenan al artista que los versiona, pues significa que los hace suyos.

¿Qué cree que dirían Jeff Tweedy, Joe Henry o Calexico de sus versiones?

Lo he llegado a pensar. Me he imaginado a alguno de ellos descubriendo alguna versión en YouTube o Spotify diciendo: ¿Quién es este músico que desconozco que adapta mi canción a otro idioma? Imagínate a Jeff Tweedy, de un grupazo como Wilco, preguntándose eso. Pero creo que les gustaría. Creo que todo a artista le encantaría ver y sentir que alguien que no conoce, desde el respeto y la admiración, le dedica su tiempo para homenajearle. Yo me sentiría así.

Ha grabado en Galicia y Andalucía con músicos de aquí y de allá. ¿Qué le aportan unos y otros?

Llevo mucho tiempo tocando con la gente de A Coruña: José García, Andrés Saavedra y Julio Seijal. Conocen mis inseguridades, mis neuras y paseos por el estudio, por eso aportan seguridad y consistencia, son el timón. Con los de Jerez de la Frontera, José Manuel Peña, Alfredo Sampalo, Rafa Camisón y Miguel Padilla, grabé y compuse por primera vez, lo que me dio frescura en el sentido de enfrentarme a las canciones de un modo desconocido. Decidí hacerlo así, porque vivo entre ambas ciudades. Son mis aquís del título. Unos y otros son músicos y amigos increíbles. Finalmente, norte y sur se han fusionado a la perfección gracias al trabajo de Jose García, que es quien produce el disco.

Ocho discos, más de 20 años de carrera musical, colaboraciones... ¿Qué ha cambiado más en este tiempo, Luis Moro o su música?

Quiero creer que ambos. Me gustan otras cosas de la vida y me atraen nuevas músicas. Así que sí, mi vida y mis creaciones han cambiado. En lo artístico, yo al menos noto una evolución en cada disco.

¿Sufren mucho los músicos por no poder tener al público enfrente desde hace tantos meses?

Sí. Tocar en directo y conectar con la gente a través del arte es de esas cosas que haces sin necesidad de saber por qué las haces, como le he leído al escritor Juan Tallón en cuanto a lo que para él significa escribir. Grabamos este disco antes de encerrarnos por la pandemia, en libertad, cuando había conciertos y abrazábamos a la gente. Eso lo echo de menos.

¿Es optimista y cree que vamos a volver a disfrutar pronto de los conciertos de nuestros músicos?

Aunque las cosas sean diferentes, sé que volveremos, como artistas y como espectadores. Soy optimista. Siempre habrá la necesidad emocional de compartir la música en vivo con los demás.