Al margen de los diez edificios cuya tramitación se agilizará para ser incorporados al catálogo de patrimonio, hay otros muchos elementos que deberán esperar para formar parte de los que gozarán de protección por sus valores artísticos o históricos. Entre ellos figuran las capillas de San Juan, San Roque, Santo Tomás y Nuestra Señora de Atocha al ser parte del patrimonio arqueológico.

Dentro de los que tienen valor etnográfico se encuentran la rampa de pescadores de A Palloza, los muelles y embarcaderos de As Xubias, así como las fuentes de O Corgo, Monelos y As Xubias de Abaixo. Sus características arquitectónicas hacen que el Concello pretenda proteger al edificio primitivo del Club do Mar de San Amaro, el de la calle Castaño de Eirís, 1 y el de Pelamios, 2, así como el del Observatorio Meteorológico.

La ubicación de los edificios 117 y 119 de la avenida de Monelos, de las casas 3,7, 10 y 46 de Eirís de Arriba y de las 35 y 37 de Portádego en la ruta del Camino Inglés hace que también interese su protección, así como del llamado Viaje de Visma, la conducción de agua que llegaba hasta el centro de la ciudad.

Pero el catálogo también apuesta por integrar en su seno a conjuntos urbanos en los que aprecia valor arquitectónico como el ensanche de Os Mallos situado entre las calles Falperra, Noia, Cronista Pacheco y Antonio Viñes. Este sector fue edificado en los años treinta al margen de los planes urbanísticos existentes en la época y se justifica su inclusión por el valor patrimonial de la sección de la calle.

En As Atochas, barrio de origen obrero desvirtuado posteriormente por el desarrollismo, se busca proteger una serie de edificios agrupados en series entre dos y seis que eran promovidos de forma conjunta y que se caracterizaban por la regularidad, la repetición y la coherencia interna. Se hallan en calles como Atocha Alta, Marconi, Travesía del Trabajo, Independencia y Salgado Somoza. En A Falperra se produjo un fenómeno semejante, pero en su mayor parte en los años veinte del siglo pasado y con edificios y actuaciones más grandes. Destaca el cruce de las calles Sinforiano López y Juan Castro Mosquera.

En la Sagrada Familia se propone proteger la zona que dio origen al barrio, situada entre la avenida de Fisterra y la calle San Sebastián, donde se conservan edificios racionalistas de los años cuarenta. En el caso del Agra do Orzán solo se pretende catalogar el edificio de Observatorio, 12, para estudiar el resto en el futuro y en el barrio de Os Mariñeiros se destaca que su aislamiento cuando se construyó permitió diseñarlo como una pequeña villa con todos sus elementos.