El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, ha explicado este lunes los escenarios que baraja el Gobierno gallego para la desescalada de la hostelería que será gradual, en cuatro fases, y asimétrica, en función de la situación sanitaria de cada territorio. La idea es empezar con una prueba piloto en A Coruña.

Rueda ha comparecido ante los medios tras reunirse de modo telemático con representantes de las federaciones provinciales de hostelería y del clúster de Turismo, en una sesión en la que han participado también los conselleiros de Sanidad, Julio García Comesaña; y de Empleo e Igualdad, María Jesús Lorenzana. Además, hoy mismo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha avanzado que podría haber "buenas noticias" antes del puente.

En su intervención, el vicepresidente gallego ha señalado que el comité clínico que asesora a la Xunta, que se reunirá mañana, tendrá en cuenta estos escenarios planteados a los hosteleros, si bien ha incidido en que se irán aplicando de forma gradual y asimétrica en función de la situación sanitaria.

De este modo, la situación de máxima restricción implica que los establecimientos permanezcan cerrados, como hasta ahora, únicamente con la posibilidad en algunos casos de servir pedidos para llevar.

El siguiente escenario implicaría la apertura de estos negocios con restricciones de aforo, de modo que únicamente se pudiese utilizar el 30 % en el interior y hasta un 50 % en terrazas. En esta fase, además, también habría limitación horaria hasta las 17 horas y sería para grupos de convivientes.

Un hostelero, en María Pita, se manifiesta por el cierre Víctor Echave

Los representantes de los hosteleros han planteado la posibilidad de que en esta fase, la primera de relajación de medidas, pudiese haber grupos de no convivientes hasta cuatro personas, ha señalado Rueda.

En la siguiente fase la Xunta permitiría el mismo aforo pero ampliaría el horario hasta las 23 horas. Además, se permitiría la presencia de grupos de no convivientes hasta seis personas.

Y ya en la fase más suave de restricciones, en función siempre de la situación sanitaria de cada localidad, se ampliarían los aforos hasta un 50 % en el interior y un 75 % en el exterior, también hasta las 23 horas.

A partir de ahí sería "más difícil concretar" las siguientes fases, ha reconocido Rueda, que ha indicado que serían ya de "casi normalidad", sin restricciones de aforo pero sí de horarios.

"Hay que dar pasos poco a poco y no echar por tierra lo conseguido hasta ahora", ha insistido el vicepresidente gallego, que ha destacado que estos escenarios están sujetos a las decisiones que pueda tomar el comité clínico, que se guiará por criterios sanitarios en cada zona.