La crisis económica y del transporte derivada del COVID y el retraso y las dudas en las inversiones de los gobiernos de España y Portugal para mejorar la línea ferroviaria amenazan el tren rápido entre A Coruña y Oporto con el que Arriva España pretendía conectar ambas ciudades en menos de tres horas, una apuesta privada que se “está revaluando”, según fuentes de la compañía. La empresa, filial de la alemana Deutsche Bahn, urge “una mejora de las infraestructuras para emprender un proyecto de esta envergadura” para el que ya tiene el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia desde mayo de 2019 y que contaba con poner a andar en 2020.

El proyecto de Arriva, que proponía cuatro conexiones al día desde las ciudades extremo de la línea y paradas intermedias en Santiago, Vilagarcía, Pontevedra, Vigo, Valença y Nine, ofrecía una alternativa directa y sin transbordos en el corredor Atlántico. Llegar hoy en día desde A Coruña a Oporto en tren supone invertir cuatro horas y media y callejear por Vigo para trasladarse de la estación de Urzaiz a la de Guixar, desde donde sale el enlace que lleva a la capital lusa, operado por Comboios, la empresa estatal ferroviaria portuguesa. El tren vespertino de regreso llega a Vigo más tarde que el último convoy que sale hacia a A Coruña, con lo que obliga a afrontar la vuelta a primera hora de la mañana o a hacer noche.

Para el AVE en 2030 es vital la salida sur en Vigo, estimada en 490 millones

El paso al frente en “la mejora de infraestructuras” que solicita Arriva se certificará, en primer lugar, con la finalización de las obras de electrificación a ambos lados de la frontera. Hace año y medio quedaban por modernizar dos trayectos en Galicia (entre Guillarei y Tui y entre Redondela y Arcade) y uno en Portugal (entre Valença y Tui). Solo el de Guillarei y Tui, de cinco kilómetros, lo adjudicó Adif en junio de 2019 con la previsión de que los trabajos durasen seis meses. A esta actuación hay que añadir, por 4,6 millones, el suministro de más potencia a las subestaciones de Guillarei, Sela y Redondela. En la parte lusa las mejoras quedan para 2021.

Las demandas de la filial de Deutsche Bahn van más allá y no se circunscriben solo a la finalización de la obra menor que favorecerá la conectividad ferroviaria entre ambos países. Arriva pretende operar en igualdad de condiciones con Renfe y Comboios, empresa estatales, cuando llegue el momento de repartir las franjas horarias de las conexiones. Busca, además, que se aceleren y que los dos países vayan de la mano en las obras de mejora de la vía para la llegada de la Alta Velocidad entre A Coruña y Lisboa, por la que apuesta Portugal, tal y como demostró en la presentación de su Programa Nacional de Inversiones 2030. El Gobierno de Sánchez, en cambio, no la ve como una prioridad al estar centrado en impulsar la conexión entre Madrid y la capital lusa. Así lo advertía en octubre la ministra de Cohesión Territorial de Portugal, Ana Brunhosa, tras la cumbre ibérica: “España nos puso en una situación que no es fácil cuando casi impuso la conexión entre Madrid y Lisboa, nosotros no la tenemos como una prioridad”.

La gran inversión en Galicia para facilitar la llegada del AVE A Coruña-Lisboa y potenciar el corredor Atlántico es la salida sur de Vigo a Porriño que, según las estimaciones, supondría una inversión de 490 millones de euros.

Feijóo reclama a Transportes que cumpla “lo firmado” y afronte la conexión con Langosteira

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, reclamó ayer en Morás a Transportes, Movilidad y Agenda Urbana la ejecución de la conexión ferroviaria al puerto exterior de Langosteira. Aseguró que al Gobierno gallego le asiste “la razón” y se remitió a lo suscrito por la Xunta con el entonces ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, durante la etapa del PP. “Está firmado en los documentos y son de obligado cumplimiento”, recalcó sobre un protocolo por el que la Xunta aportaba 20 millones para los muelles de Batería y Calvo Sotelo y que recogía la financiación del vial con 140 por parte de Adif y Puertos. Para Feijóo la actuación permitirá al puerto exterior ser “más competitivo” y “no tirar más de mil millones al mar”. El senador del PP, Miguel Lorenzo, recibió dos respuestas del Gobierno sobre la conexión ferroviaria y sobre la diferencia de trato entre A Coruña y Valencia tras la condonación de la deuda del puerto levantino. El Ejecutivo eludió dar plazos del enlace y se remite a la Autoridad Portuaria. Justifica, además, la disparidad en que su ayuda a Valencia es al Consorcio Valencia 2007.