La trascendencia que tendrá para la ciudad la recuperación de amplios espacios que en un futuro próximo perderán su condición de terrenos portuarios hace que en los últimos tiempos surjan iniciativas para diseñar su forma de integración en el casco urbano. El Gobierno local de Marea Atlántica convocó en 2018 un concurso de ideas para la remodelación de la fachada marítima entre San Antón y Oza que fue ganado por el proyecto denominado Porsuporto. El actual Ejecutivo municipal socialista encargó por su parte a la Universidade da Coruña la elaboración de unas Líneas Estratégicas para la Reordenación del Espacio Portuario Interior cuyo contenido se hizo público a mediados de diciembre.

El enfoque de ambos trabajos es diferente, tanto por que en el primer caso no solo su ámbito de actuación es mayor al incluir los espacios portuarios de San Antón y Oza como porque mientras que contiene propuestas concretas para cada una de las áreas analizadas, mientras que el segundo se limita en la mayoría de las ocasiones a apuntar unas orientaciones que deben seguirse, aunque también aporta iniciativas definidas para determinados lugares. Porsuporto tiene en la participación ciudadana sobre el diseño de esta iniciativa uno de sus ejes, por la convicción de sus autores acerca de su necesidad y porque el propio concurso municipal incluía esta exigencia. El plan de la Universidad se articula sin embargo como un punto de partida para el inicio de conversaciones entre todas las administraciones sobre el destino de estos terrenos.

A pesar de estas divergencias en cuanto a los enfoques, Porsuporto y las Líneas Estratégicas muestran coincidencias relevantes en algunos de sus contenidos, como la necesidad de que los suelos de los muelles que dejen de tener actividad portuaria mantengan su condición de públicos, aunque en el caso de la Universidad solo lo especifica para los muelles de la Batería y Calvo Sotelo. Este principio choca de frente con lo establecido en los convenios de 2004 que trataban de resolver la financiación del puerto exterior mediante la venta de esos terrenos, por lo que ahora todas las fuerzas políticas defienden su revisión de cara a garantizar que se mantengan en el patrimonio público.

Los dos trabajos apuestan por crear viviendas en el muelle petrolero

También convergen los dos trabajos en la apuesta por una integración adecuada de los muelles liberados en la trama urbana coruñesa para romper con la situación actual, en la que se hallan aislados del resto de la ciudad a pesar de ocupar una posición privilegiada. Las dos propuestas defienden además que la reordenación se efectúe con una orientación respetuosa con el medio ambiente y que se mantengan las actividades económicas portuarias en el muelle de San Diego, aunque con una nueva perspectiva.

Otra de sus coincidencias es el aprovechamiento de esta amplia operación urbanística para la resolución de importantes problemas de movilidad existentes en la ciudad, aunque cada uno de ellos formula propuestas diferenciadas. Un último punto de confluencia es la inclusión de viviendas, y en ambos casos con una parte de ellas de carácter social, en la ordenación proyectada para el actual muelle petrolero, aspecto que genera una gran controversia en la ciudad por el temor a que los muelles sean objeto de una especulación inmobiliaria pero que los autores de los trabajos defienden para conseguir la integración urbanística de este espacio en su entorno.

Los dos estudios plantean sus propuestas por zonas de intervención y con una programación por fases. Para el muelle de Trasatlánticos, Porsuporto sugiere que se abra al público cuando no haya buques atracados y que se desplace el cierre con la Batería para permitir el paso peatonal. Sobre Los Cantones Village propone abrir su planta baja para convertirla en un espacio porticado abierto al mar e instalar en ese edificio la terminal de cruceros. También apuesta por crear zonas de baño y actividades acuáticas en la Dársena.

Las Líneas Estratégicas coinciden en que Trasatlánticos debe abrirse en ausencia de cruceros atracados e incluso que parte de su extensión pierda ese uso portuario. La estación marítima debe trasladarse al extremo del muelle de Calvo Sotelo, que junto con el de la Batería deben servir de alternativa para los cruceros. Una de sus propuestas de movilidad es relevante, ya que consiste en instalar carriles para bicis en los laterales de la Avenida do Porto como paso previo a la construcción de un túnel que canalice el tráfico hasta la plaza de Ourense.

En la Batería y Calvo Sotelo Porsuporto plantea la instalación de pistas deportivas cubiertas y en el extremo del segundo de esos muelles la construcción del Foro Cívico, un espacio para la participación pública sobre el futuro del puerto y para la investigación sobre su transformación. También aquí incluye una zona para baño y la continuidad de los jardines de Méndez Núñez hacia el mar mediante la creación del parque da Punta da Robaliza. Tanto este trabajo como el de la Universidad defienden la conservación de elementos tradicionales de estos muelles como los silos Cementos del Cantábrico, algunas grúas y el mareógrafo.

Las Líneas Estratégicas reservan ambos muelles para usos polivalentes, como los culturales y deportivos, además de alguno de tipo hostelero pero de tamaño reducido, y enlazarlos con Méndez Núñez, lo que estaría favorecido por el túnel de Avenida do Porto.

Aunque el muelle de Linares Rivas no figuraba en el programa del concurso municipal, Porsuporto propuso que la Lonja allí situada pueda ser visitada y que su aparcamiento sea de uso ciudadano cuando el edificio esté sin actividad, aunque el objetivo último sería su traslado al muelle del Este, ya que plantea crear en este espacio el parque das Hortas de Garás. El plan de la Universidad coincide en que la actual ubicación de la Lonja no es adecuada y defiende que se debata su traslado para permitir la integración de este muelle en el casco urbano.

La estación de mercancías de San Diego se transformaría en una planta de reciclaje según la propuesta de Porsuporto, que, al igual que la Universidad, pretende crear en este lugar una terminal ferroviaria para el transporte metropolitano, aunque también apuesta por recuperar el transporte marítimo en la ría. El ganador del concurso municipal plantea además que San Diego se convierta en un espacio de reserva para los usos que sean necesarios, aunque mantendrá su actual carácter portuario y por extender el parque de San Diego hacia esta zona, en lo que coincide con las Líneas Estratégicas. La Medusa del muelle del Centenario se convertiría además en un equipamiento público.

La Universidad pretende que el acceso del tren a la nueva terminal de San Diego sea subterránea para poder utilizar el espacio ahora ocupado por las vías y crear aparcamiento disuasorio para los visitantes metropolitanos y los usuarios de las nuevas instalaciones que se creen, ya que la estación duplicará su superficie para convertirse en un centro multiusos. En la avenida del Ejército se plantea el derribo del viaducto para dejar paso a un bulevar. Para el muelle de San Diego propone sustituir las naves actuales de las empresas portuarias por otras con el doble de altura y un diseño de calidad para duplicar el espacio libre disponible.

El uso del muelle petrolero por Repsol durante más de 50 años hará necesario la regeneración de esos terrenos antes de su integración en la ciudad. Porsuporto defiende que se combinen los usos residenciales con iniciativas empresariales ecológicas y marítimas, así como la creación de equipamientos y la conexión de esta zona con el barrio de Os Castros salvando el desnivel y las vías del tren que hoy los separan mediante pasos peatonales y para bicicletas. El pantalán petrolero que se adentra en el mar debe conservarse para transformarse en un paseo, según esta propuesta, mientras que la Universidade sugiere que tenga un uso deportivo.

En esta zona las Líneas Estratégicas proponen cubrir las vías con un falso túnel para unirla con Os Castros, convertir la carretera del puerto en un bulevar y construir viviendas, de las que un porcentaje sin establecer serían sociales, aunque la edificabilidad de todo el sector sería la misma que la que tienen las instalaciones industriales ahora existentes.