El confinamiento no solo sirvió a A Coruña para frenar el avance del coronavirus en marzo del año pasado, sino también para disminuir la contaminación. Fue, de hecho, la ciudad de toda España en la que más bajaron los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) durante el encierro, según un estudio realizado por el Observatorio de Sostenibilidad.

Este organismo nació en diciembre de 2014 como asociación ciudadana con el fin de ser centro de referencia en el desarrollo del concepto de la sostenibilidad en temas como el cambio climático, la biodiversidad, la ocupación del suelo, la calidad del aire y la contaminación de suelos, así como otros aspectos relacionados con la desigualdad, la distribución de la riqueza, la vivienda, la economía circular o la justicia social.

El informe, que analiza el impacto del confinamiento y de la reducción del uso de vehículos particulares en las grandes ciudades, concluye que la disminución de dióxido de nitrógeno en A Coruña fue del 55% con respecto a años anteriores, lo que provocó una caída de la contaminación en la ciudad.

El NO2 es el contaminante emitido por los tubos de escape de los automóviles (además de por las calderas industriales y domésticas), por lo que su evolución está directamente ligada a las emisiones del tráfico motorizado. Según datos del 2018 del Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente, provoca cada año en España alrededor de 6.000 muertes prematuras.

El Observatorio de Sostenibilidad expone que estos datos demuestran “la gran plasticidad de las áreas urbanas de mayor tamaño”, que son las que han registrado “las mayores reducciones porcentuales de concentración de NO2”. A Coruña lidera una lista en la que también se encuentran Barcelona, Valencia y Sevilla, aunque los datos de otras urbes más pequeñas, como Gandía y Ciudad Real, también con disminuciones entorno al 50%. La reducción de Vigo, la segunda ciudad gallega en esta clasificación es del 42%.

El organismo que ha elaborado este informe reclama poner en marcha “cualquier medida” que implique una disminución de emisiones a corto, medio y largo plazo. “Cualquiera será positiva y repercutirá en una mejora de la calidad del aire y directamente en la salud de las personas”, apuntan.

Sobre estas medidas, el Observatorio de Sostenibilidad propone “establecer zonas peatonales, impulsar el uso de bicicletas y coches eléctricos, y el transporte público”. Desde el confinamiento, el Concello ha ampliado el mapa de calles exclusivas para peatones, como Compostela, Alcalde Marchesi o Emilia Pardo Bazán. También ha adaptado las vías del antiguo tranvía para dedicar ese carril a corredores y le ha ganado espacio a la calzada para ampliar el paseo marítimo.