Un concejal de Ciudadanos preguntó ayer al alcalde de Oleiros por las farolas del parque Nirvana, que permanecen apagadas aparentemente sin motivo. Si se trata de una avería, quería solución, pero Ángel García Seoane aseguró que no se trata de un fallo eléctrico. Esas farolas están “de adorno” en el parque, pues allí acuden parejas por la noche que seguramente no quieran ser vistas. Rechazó todo tipo de actuación, como le instó el edil de Ciudadanos, para devolver la luz a estos elementos, pues reconoce que la zona está a oscuras “para que las parejas puedan amarse” y, quizá, alcanzar el Nirvana, porque por eso bautizó así el parque.