El futuro en Galicia a vista de dron. Estos pequeños vehículos aéreos sin tripulantes han llegado al sector tecnológico para quedarse, con lo que parece prioritario elaborar fórmulas seguras para su circulación y utilidades. Con esta premisa, el instituto tecnológico de Galicia presentó ayer, junto a Star Defense Logistics & Engineering (SDLE) la Unidad Mixta de Investigación FASTFly 2035. El proyecto, impulsado por la Xunta, desarrolla la inteligencia artificial, la robótica, la electrónica y las comunicaciones con el objetivo de optimizar la seguridad y la viabilidad de las operaciones con drones.

La principal diferencia estriba en el control de los drones. Hasta ahora, este control se establecía de forma remota. El objetivo del proyecto Fastfly 2035 es, precisamente, facilitar la programación de los vuelos de drones para mejorar su autonomía, con lo que los vuelos se efectuarán sin ningún tipo de asistencia. Además de la mejora de la autonomía de estos dispositivos, la iniciativa centrará sus esfuerzos en la mejora de los puntos de recarga, aterrizaje y comprobación autónomos, que se distribuirán en distintas ubicaciones de un recorrido específico.

Gracias a la inteligencia artificial, el aparato podrá identificar y tomar tierra con más precisión si se produce algún incidente durante el vuelo. Otro de los puntos en los que Fastfly 2035 busca avanzar en lo relativo a esta tecnología es la gestión de la energía de los drones, para lo que ensayarán sistemas que, además de baterías de litio, incorporen pilas de hidrógeno, lo que supondrá depender menos de los nidos de recarga, menos ruido y menos emisiones de Co2. La integración controlada de los drones en el espacio aéreo es otro de los puntos clave para evolucionar en el sector.

La iniciativa, que tiene un plan de desarrollo con visión a 2035, y un presupuesto de cuatro millones, cuenta con un equipo de trabajo de 17 investigadores. Sus impulsores estiman que puede generar diez empleos altamente cualificados y aumentar el número de operaciones diarias de un dron, así como los servicios que puede ofrecer en los ámbitos de las emergencias, la vigilancia, o la protección de incendios. El director del Instituto Tecnológico de Galicia, Carlos Calvo, afirmó el compromiso del centro de “trabajar en el desarrollo de soluciones que ayuden a aumentar la competitividad del sector de las aeronaves no tripuladas en Galicia”, y situó la Unidad Mixta de Investigación que conforma junto a su socio, la primera especializada en aeronaves no tripuladas, como “un claro ejemplo de la importancia de la colaboración entre la Administración, nuestro centro tecnológico y una empresa de referencia como SDLE”, a la hora de “alcanzar las soluciones innovadoras que sitúen a Galicia como referente en el sector”.

La presentación contó con la presencia del vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Francisco Conde, que aseguró que la iniciativa presentada y el Polo aeroespacial de Galicia demuestran “que Galicia se puede posicionar en la vanguardia de esta industria”, y situó, como principales retos, “la operatividad y la funcionalidad de los vehículos aéreos no tripulados”.

El objetivo, señaló el conselleiro, es programar vuelos que superen la línea visual del piloto y que necesiten “de la menor intervención humana”.