El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, fía a la reunión que mantendrá con el Ministerio de Transportes y con el Concello el 9 de abril que se abra un escenario en el que las tres administraciones puedan encontrar una solución a la deuda que arrastra la Autoridad Portuaria de A Coruña por la construcción del puerto exterior. Feijóo considera que han de trabajar conjuntamente, “esta vez de verdad”, para encontrar ese equilibrio que permita que Langosteira cuente con enlace ferroviario y que la ciudad no hipoteque “durante décadas” su fachada marítima. Para ello, el presidente de la Xunta apuesta por la venta del muelle de San Diego y por que la ciudad crezca hacia ese enclave y que los otros espacios liberados, como Trasatlánticos, Batería y Calvo Sotelo, puedan ser de uso público. Solicitó “un esfuerzo económico” por parte de todas las instituciones, toda vez que, a pesar de que existe consenso en la petición de la condonación de la deuda, el Estado no contempla esa posibilidad, como sí que la puso en práctica en Valencia.
“La responsabilidad de la construcción del puerto exterior es del Estado, y le corresponde al Gobierno central la decisión de la situación de la deuda de la Autoridad Portuaria. Además de eso, también digo que nosotros tenemos que ayudar porque había un acuerdo para financiar una parte de la deuda, por eso la Xunta y el Concello tenemos que hacer una propuesta, razonable y creíble en el muelle de San Diego para disminuir la deuda del puerto exterior”, dijo ayer Feijóo,.
El presidente de la Xunta incidió, además, en que esa solución pasa por que “pueda haber viviendas” en este enclave y por que la gente “pueda vivir cerca del mar” y que pueda haber “un barrio mejor del que existe actualmente”, que sea “mucho más atractivo arquitectónicamente” para residir en él y que se pueda diseñar “en las próximas décadas”, una vez que se complete el traslado de la actividad portuaria a Langosteira.
“Nosotros asumimos que tenemos que buscar soluciones para aminorar la deuda a través de los muelles de San Diego. Esa es nuestra posición. Lo más fácil sería decir: Nos desentendemos de todo y que pague el Gobierno central. Pero el Gobierno central somos todos y por lo tanto cada administración debe comprometerse. Vamos a buscar, entre el Ministerio, el Concello y la Xunta, soluciones en San Diego para seguir construyendo una ciudad hermosa, que lo es, para no cometer los errores que cometimos en el pasado, para que pueda haber viviendas”, reiteró el presidente de la Xunta, siempre bajo el paraguas del verbo “ayudar”, para que la decisión del Estado de construir el puerto exterior y alejar de la ciudad los tráficos peligrosos, “no suponga la quiebra” de la Autoridad Portuaria.
Preguntado por este diario sobre si hay alguna solución que no pase por la venta de San Diego sobre la mesa, Feijóo aseguró que no iba a hacer de “ministro de Fomento”, pero que la propuesta de la Xunta es esa, “preservar los muelles interiores de Trasatlánticos, Calvo Sotelo y Batería” y conseguir recursos con San Diego, para aliviar la deuda de la Autoridad Portuaria, que aseguró que ha pagado ya 48 millones de euros a Puertos del Estado en concepto de intereses por el crédito concedido para la construcción de la dársena exterior.
En la reunión que se celebrará el 9 de abril, Feijóo incidió en la importancia de que asista la alcaldesa, Inés Rey, ya que es la titular de las competencias urbanísticas de la ciudad. “Hay dos actores principales, el Estado, que quiere dinero y el Concello, que tiene la responsabilidad de diseñar la ciudad”, zanjó Feijóo.
Protesta por la condonación en Valencia
Coincidiendo con el paseo inaugural de la exposición Contra vento e marea y con la apertura del muelle de Trasatlánticos a su uso peatonal, Marea Atlántica reivindicó la condonación de la deuda de la Autoridad Portuaria, pero lo hizo a ritmo de la canción Valencia, con una paella gigante y con dos falleras repartiendo octavillas en las que demandaban la misma solución para la ciudad que para Valencia. “A Coruña es un puerto y debe seguir siéndolo”, reclama la formación.
