La mayoría de los hoteles de la ciudad, de los cuales algunos llevan meses cerrados, no recibirán clientes esta Semana Santa. No es buena fecha para el turismo. La dictadura del COVID lleva más de un año trastocando las expectativas de muchos sectores y el hospedaje volverá a resentirse. Richard Huerta, presidente de la Asociación Provincial de Hospedaje (Hospeco) y director del hotel Hilton, vaticina un verano incierto, demanda agilidad en los procesos de vacunación y mira a un futuro más distante con esperanza.

¿Qué ocupación estima que habrá en Semana Santa?

En los hoteles de Hospeco, de tres, cuatro y cinco estrellas, algunos cerrados, entre un 25% y un 30% de la oferta hotelera está cerrada en Semana Santa. Si llegamos e estos niveles estos días, sería un éxito.

Los hoteles trabajan con previsiones. ¿Es posible en este momento?

Ahora es imposible hacer una previsión de ocupación. También es imposible hacerla de la fecha de reapertura. Trabajamos con la esperanza de que se acelere la administración de las vacunas a la mayor parte de la población y estamos a expensas de las decisiones que se tomen desde Sanidad, y eso implica los cierres perimetrales, que limitan mucho la movilidad.

¿Cómo será la reapertura? ¿Qué se le va a exigir al personal de los hoteles y a los clientes?

Todas las medidas y criterios de protección se van a cumplir a rajatabla: geles repartidos por el hotel, distancias de seguridad, protocolos de limpieza... En el Hilton tenemos un programa muy riguroso, Safe & Healthy, que transmite plena confianza y seguridad a los clientes y a los empleados. Lo ideal sería que todo el personal de cara al público estuviera vacunado. Los clientes necesitan información que no esté sesgada, porque con cambios continuos se antoja difícil saber lo que uno puede hacer y lo que no puede hacer.

¿Cree necesario disponer de un pasaporte sanitario que acredite la salud de los clientes?

Totalmente. Es una medida buena para toda la Unión Europea. Porque no tiene sentido que estando en Galicia no puedas ir a ver a la familia que tienes en Asturias y de repente estén entrando por Barajas franceses a mansalva. Esto se ha corregido desde hace unos días, pero insisto en que no tiene sentido que se permita este riesgo a través de los aeropuertos y tú no te puedas mover en coche a otra comunidad.

¿Le perjudica mucho al sector el llamado turismo de borrachera?

Este turismo es una realidad. No podemos olvidar que es más barato volar un fin de semana desde París para salir en España que quedarse en París y salir allí. Con las lagunas administrativas que hay y la permisividad de algunos desplazamientos, se incentiva indirectamente este tipo de turismo, que no es de calidad ni sostenible ni seguro.

¿Va a cambiar el perfil del turista que dentro de poco, si la pandemia lo permite, viaje a A Coruña?

Va a ser un turista nacional quizá en un 95%, un turista doméstico. Se busca hacer turismo propio, de patria. La Xunta está promocionando el turismo interno porque a veces no nos damos cuenta de que lo que hay en Cádiz lo tenemos aquí en las Rías Baixas. Es una decisión acertada porque está claro que no contamos con el turismo internacional, este verano no. Insisto en que hay que acelerar el ritmo de las vacunas para que el resto de cosas fluyan de manera ordenada.

¿Advierte muchas ganas de viajar, tanto cerca como lejos?

Hay muchas ganas. Creo que nos pasa a todos. Pero hay que tener en cuenta que las familias han perdido poder adquisitivo, muchas lo pasan mal porque han sufrido ERTE en sus trabajos. Ahora vienen las declaraciones de la renta, que tendrán impacto en la economía familiar. Y se mantiene la incertidumbre, un miedo que persiste, aunque estemos ansiosos de que la gente viaje.

¿Será más complicado atraer turismo de negocio, para lo que se acaba de crear Convention Bureau, un ente para captar congresos?

Su creación es un caballo ganador. Es un proyecto que no se puede ver a corto plazo, sino a medio y largo, porque ahora mismo el turismo de congresos está parado. Es un nicho de mercado muy importante, con impacto en los hoteles, la hostelería, el comercio, los taxis, las visitas guiadas... Es buen momento para marcar las bases y diseñar una hoja de ruta bien enfocada.

Los hoteles han demandado ayudas directas al Estado. ¿Han llegado o se siguen reclamando?

El sector turístico en general está en la UCI. Sin ser dramáticos, hay que rescatarlo como se rescató en su día a la banca. El turismo es la primera industria económica del país y no se le presta el apoyo suficiente. Las ayudas llegan a cuentagotas y sobrevivimos con dificultad.

¿Cuánto tiempo cree que ha de pasar para saber si el sector se recuperará en la ciudad, o al menos si volverá a su situación habitual?

El sector se recuperará seguro, porque lo que vendemos es felicidad y a todos nos gusta ser felices. Para que esto ocurra lo prioritario ahora es la vacunación. Cuanta más población esté vacunada, más protegidos estaremos para recibir a los turistas. No hay mejor promoción que la vacunación. Cuando los cierres perimetrales se abran, el turismo se recuperará paulatinamente.