La conferencia-coloquio (Re) coñecendo as soidades abre hoy, a las 19.00 horas, el ciclo Emocións e Soidades, promovido por Afundación en colaboración con Matia Instituto. La conferencia, que se emitirá en directo en Afundación TV, será impartida por los expertos Mayte Sancho, Sara Marsillas y Daniel Prieto, que conversarán sobre el fenómeno de la soledad y sus diferentes facetas entre las personas que envejecen, los estereotipos y el estigma que se asocia a la vejez.

A día de hoy, ¿la soledad en personas mayores representa un problema social, con los datos en la mano?

El webinar que celebramos hoy se llama soledades. Es un concepto que tiene muchas dimensiones y circunstancias. Es algo que se produce a lo largo de la vida en más de una ocasión. En la vejez, unida a otras situaciones, se puede convertir en un problema. La soledad puede ser una percepción constructiva, puede generar un momento de creación, de reflexión. No queremos generar alarma social sobre el concepto. A lo largo de la vida nos toca sentirnos solos en bastantes ocasiones. Nuestra intención con el estudio ha sido ofrecer bases e ideas fundamentadas en evidencia científica que nos ayuden a gestionar la soledad. En el grupo de población de mujeres mayores de 85 años, que responden a un perfil de persona viuda con escasa red social, que percibe una pensión de viudedad escasa, y que padece dos o tres enfermedades crónicas y un problema de accesibilidad en su vivienda, la soledad sí puede ser un problema.

El problema depende del perfil y de las circunstancias.

Si. En España tenemos el menor índice de personas que viven solas, que no es lo mismo que sentirse sola. En el hecho de vivir sola, de tener un hogar unipersonal, estamos en los índices más bajaos de Europa.

Habla del concepto “soledades”. ¿Qué tipos hay?

Non se trata tanto de una tipología, sino de situaciones a lo largo de la vida. La soledad en la vejez está asociada a la pérdida. La más frecuente es la de las parejas, fundamentalmente mujeres, por eso en ese grupo de 85 y mas años donde el 44% viven solos, el 71% son mujeres. La soledad se conjuga en femenino.

Habla de que la soledad, en determinado momento, puede entenderse como un momento de creación o una oportunidad, en vez de como una situación negativa.

Uno de los indicadores mas claros de esto de que la soledad no siempre debería tener el enfoque negativo lo tenemos en los países nórdicos. Desde los años 90, todos los Eurobarómetros preguntan a la gente si se siente sola. La gran sorpresa es que en los países nórdicos la percepción de la soledad es baja y en los del sur es donde hay más percepción. Eso supone que tenemos una expectativa de que las personas tienen que vivir acompañadas, nuestra conducta social lo exige. Se ve en cómo le preguntas a una persona: ¿Vives sola? Ay, pobrecita... En los países nórdicos nacen ya en un entorno en el que es necesario enfocar al soledad, saben que vivirán solos en algún momento, por lo que viven la soledad con cierta naturalidad.

¿Sigue suponiendo un miedo para las personas a medida que se hacen mayores?

Yo creo que en bastantes personas sí. En el caso de las mujeres, su situación económica se puede ver perjudicada, porque la soledad tiene un enfoque transversal. La persona que vive con su pareja, cuando se queda viuda, le disminuyen los ingresos una barbaridad. No estamos acostumbrados a vivir y estar solos o solas. Unir soledad y género tiene un cierto estigma.

Se relaciona, quizás, con el desamparo.

Sí, y con el aislamiento. El aislamiento es una condición objetiva, la soledad es subjetiva. Mi percepción es mía, pero el aislamiento es una situación que ocurre cuando no tienes contacto. Es un mundo bastante poliédrico y es lo que en nuestra opinión hay que paliar. Que se acepte ese camino pero que se vea que es importante la necesidad de hablar, del acompañamiento afectivo, de generar redes sociales, vecinales y comunitarias. Estas son medidas importantes.

¿Cuáles son los estereotipos que pesan sobre la vejez?

La vejez es una etapa de la vida plagada de estereotipos. Se manifiestan de una forma clara en el lenguaje. Tenemos una frase que es la estrella de la pandemia: hablamos de ‘nuestros mayores’. ¿Tú crees que podríamos hablar de ‘nuestros negros’ o ‘nuestros gais’? Es muy proteccionista y estereotipado. Detrás de esas denominaciones, en las que el lenguaje es importante, existen conductas que les minimizan, infantilizan y favorecen los tratos inadecuados. Como son nuestros decidimos por ellos. Hay un movimiento importante para luchar contra los estereotipos. El movimiento asociativo se posiciona en contra de estos lenguajes proteccionistas.

¿El confinamiento ha aumentado la sensación de soledad de las personas mayores?

No tenemos datos propios ahora mismo pero sí que hay investigaciones sobre resiliencia que confirman una cosa que se destaca poco: las personas mayores tienen un alto grado de resiliencia, hay generaciones que han sufrido mucho, incluso situaciones muy dramáticas a lo largo de su vida. No deberíamos sobredimensionar esa mirada trágica respecto a los hechos reales que sí les ocurren, como pueden ser las muertes, que el colectivo de las personas mayores sí vive con frecuencia, pero son personas que han trabajado mucho la resiliencia en situaciones adversas.

¿Han influido los programas y la inversión en envejecimiento activo en la prevención y la gestión de la soledad y la creación de redes?

Sin duda, sobre todo gracias al tipo de acciones que están dando luz al ámbito emocional, que es muy importante, porque parece que está lejos de la vejez y que hay otros momentos de la vida mas asociados a las emociones. La vejez está asociada a emociones negativas. Es un gran paso que se haya centrado la atención ahí, con intervenciones en las que las personas mayores son protagonistas, porque generan redes, abren nuevos caminos, dan oportunidades y mucha vida a las personas mayores.