Son unos recién llegados a la calle Real, ¿por qué se decidieron a instalarse aquí y no en otro lugar con más hostelería?

Sí, abrimos el 9 de junio, vamos a cumplir un año ahora, el más complicado en la historia de la hostelería. Es una calle muy transitada, en paralelo abrió A Mundiña, cuando nosotros estábamos preparando el proyecto y nos dio la sensación de que íbamos por buen camino, porque la hostelería estaba avanzando hacia esta calle y le vimos un gran potencial, también para darle un poco más de vida y para que otros comercios se animen.

¿Está cambiando la tendencia de comercial a hostelera?

Es importante que vayan abriendo negocios y que haya diferente oferta porque eso ayuda.

¿Y cuál fue su apuesta?

Hicimos un menú del día, que se llama el menú de la suegra, los clientes eligen carbohidratos, proteínas, verduras... o plato único. Tenemos carta con mucha influencia latina, con producto local, mezclado con cocina gallega, para ofrecer algo diferente a los que ahora hay. Lo hicimos así porque vimos un nicho de mercado. Hay mucha hostelería, pero no está enfocada a la música, al buen ambiente, a disfrutar de una buena copa o un buen cóctel, como ofrecemos nosotros.

El teletrabajo no les ha ayudado y no tener terraza, tampoco.

El teletrabajo nos ha jugado a la contra con el menú del día,pero esperamos que se pueda aprovechar ese menú del día cuando todo vuelva a la normalidad. Nos vimos obligados a entrar en el sector del delivery y ofrecemos un pack de teletrabajo, para que la gente pueda comer algo saludable en casa. Fueron unos meses duros con el confinamiento, hubo muchos cambios de horarios y no pudo fluir mucho la cosa, pero ahora se ve que la calle está más animada y también que la gente tiene ganas de salir. Es un reto, pero nos lo estamos tomando con mucha positividad. La terraza la abriremos próximamente, cuando finalicen las obras de la Marina, ya tenemos la autorización y esperamos poder aprovechar el tirón del verano y darle un poco más de vida a esta zona.