La remodelación que lleva a cabo el Concello en los Cantones y el último tramo de la avenida de la Marina ampliará de forma notable el espacio para los peatones al dejar solo dos carriles para el tráfico en el margen situado junto a los jardines de Méndez Núñez. Pero el cambio de ordenación también afectará al carril bici, que en sentido de entrada se mantendrá segregado del resto de la circulación al pie de la zona verde, aunque al llegar a la calle Entrejardines atravesará la calzada para discurrir, ahora también segregado del resto de la calzada, por el carril que se creará del otro lado de la mediana.

Punto de los Cantones donde el carril bici atraviesa un paso de peatones frente a la Fundación Barrié. Carlos Pardellas

En sentido de salida, desde el teatro Colón los ciclistas podrán circular por ese nuevo carril segregado y, al llegar a la altura de la librería Arenas en el Cantón Pequeño, deberán atravesar la calzada en diagonal para acercarse a la acera y unirse al carril que desde la plaza de Mina continúa hacia el exterior de la ciudad. De acuerdo con los planos sobre la nueva regulación del tráfico elaborados por el departamento municipal de Movilidad, los ciclistas tendrán que sortear a partir de ahora en este recorrido una serie de puntos conflictivos, ya que en el cruce con Entrejardines tendrán que detenerse cuando los vehículos de motor estén circulando y pasar al mismo tiempo que los peatones, con los que tendrán que compartir el paso de cebra entre los jardines y la Fundación Barrié.

En el sentido contrario, para acceder a la plaza de Mina, deberán ceder antes el paso a los vehículos procedentes de su derecha de la zona de carga y descarga y a los autobuses que desde su izquierda vayan hacia la parada del Cantón Pequeño. En ese mismo punto tendrán que hacer un stop para sobrepasar a los buses antes de llegar al cruce.

“El carril bici por ahí siempre fue complicado desde que se instaló”, comenta Iván Montero, presidente del Club Ciclista Riazor, quien considera que, aunque “habría que verlo en la práctica porque saber si hay una solución mejor sin verlo sobre el terreno es difícil” , advierte de que “los cruces siempre son peligrosos y si está el autobús baja la visibilidad al cruzar.”

En su opinión, “lo ideal sería que los ciclistas cruzasen a pie porque la norma dice que en los pasos de peatones hay que hacerlo, aunque el 90% no lo hace”. Por eso entiende que el rebaje de las aceras y la señalización para bicicletas instalada en los pasos de peatones son una “contradicción” con la normativa, por lo que concluye que “falta información sobre cómo se debe circular” por ese lugar. También recuerda que es complicado dejar espacio para peatones, ciclistas y coches en A Coruña y que “en varias charlas con los sectores afectados se abordó este tema y se aportaron puntos de vista” de los que desconoce “si se tuvieron en consideración”.

“Pensaba que sería más sencillo, al menos en sentido de salida creí que no era necesaria ninguna maniobra rara”, señala Álex Voces, presidente del colectivo Mobi-liza, quien temía más complejidad en el cruce con Rúa Nova. Destaca que la continuidad de la mediana protegerá el carril bici y que la salida del aparcamiento no será conflictiva, pero se muestra sorprendido por la opción de que las bicis deban atravesar la calzada en el Cantón Pequeño. Para Voces, que defiende la iniciativa municipal en los Cantones, estima que en ese punto debería darse prioridad al modo de transporte más eficiente, la bici, y recuerda que en los cruces con el carril bici los conductores de coches muchas veces no miran sin vienen bicicletas.