El estudio sobre las salas de conciertos en la provincia de A Coruña, promovido por Clubtura y financiado por la Diputación, alerta del "momento crítico" por el que están pasando estos locales y reclama apoyo para sobrevivir y seguir programando. En la provincia, 16 salas están asociadas a Clubtura y se concentran en siete de los 93 municipios de A Coruña. "Todas tienen intención de regresar", según este informe, pero la situación es compleja. "Hay que tenerlos en cuenta para la recuperación económica", señala el diputado de Cultura, Xurxo Couto.

En este tiempo, sí se ha producido un cierre, el del BabaBar, que no pudo superar la crisis provocada por el COVID-10 y la falta de actividad. El estudio destaca, además, que estas salas sirven también de "espacios de creación" para músicos emergentes y locales y de "motor económico", según las palabras del responsable de la Mardi Gras, Tomi Legido. Además, según apunta el presidente de Clubcultura, Alberto Grandío, los conciertos "incentivan el consumo en hoteles, bares y restaurantes", pero también generan movimiento en otros sectores, "como el alquiler de vehículos o la contratación de técnicos de sonido".

Legido avisa que la "situación es preocupante". "Desde 2010, perdimos tres salas de conciertos y ganamos tres nuevas. Estamos atascados", sentencia.

El sector de las salas de conciertos señala también que "la obtención de licencias que permitan realizar actuaciones con regularidad y cumpliendo la regulación vigente es uno de los mayores problemas a afrontar de cara al futuro próximo". Además, el informe detalla que "en los concellos de más de 10.000 habitantes de A Coruña donde ahora no existen salas asociadas a Clubtura disponen de locales que podrían ser susceptibles de convertirse en salas de conciertos".