El estudio sobre las salas de conciertos en la provincia de A Coruña, promovido por Clubtura y financiado por la Diputación, alerta del “momento crítico” por el que están pasando estos locales y reclama apoyos para seguir programando. El informe pone el foco sobre el problema de las licencias, pues “los concellos no iniciaron la adaptación al nuevo catálogo” y sigue sin existir la licencia de sala de conciertos. Así, muchos de estos locales que programan actuaciones en directo tienen permiso de café-cantante, como la Mardi Gras, o de discoteca, como el Playa Club.

En la provincia, 16 salas están asociadas a Clubtura y se concentran en siete de los 93 municipios de A Coruña. “Todas tienen intención de regresar”, según este informe, pero la situación es compleja. Hay una sala que ya no abrirá sus puertas: el BâBâ Bar. “Llegó a tener 176 eventos culturales en directo en un año, pese a que su aforo era solo de 60 personas. Casi 700 artistas se quedan sin espacio para realizar su trabajo y también más de 7.000 espectadores al año pierden un espacio de cultura y socialización”, apunta el estudio.

Estas salas sirven también de “espacios de creación” para músicos emergentes y locales y de “motor económico”, según las palabras del responsable de la Mardi Gras, Tomi Legido. Además, según apunta el presidente de Clubtura, Alberto Grandío, los conciertos “incentivan el consumo en hoteles, bares y restaurantes”, pero también generan movimiento en otros sectores, “como el alquiler de vehículos o la contratación de técnicos de sonido”.

Legido avisa que la “situación es preocupante”. “Desde 2010, perdimos tres salas de conciertos y ganamos tres nuevas. Estamos atascados”, sentencia. Una parálisis que solo se puede frenar con ayudas económicas. Desde la Diputación, el responsable del área de Cultura, Xurxo Couto, asegura que es “una cuestión a estudiar”. “Hay que tenerlos en cuenta para la recuperación económica”, añade.

Además, el informe detalla que “en los concellos de más de 10.000 habitantes de A Coruña donde ahora no existen salas asociadas a Clubtura disponen de locales que podrían ser susceptibles de convertirse en salas de conciertos”. Un camino que, según miembros del sector, es importante recorrer para garantizar el acceso a la cultura a todas las personas independientemente del municipio en el que residan. Clubtura recupera un dato importante: “De 6.000 conciertos celebrados en 2019 en todas las salas gallegas, 5.000 fueron en salas asociadas”.