Jornada tranquila en los campus de Elviña y A Zapateira para el inicio de la segunda selectividad pandémica a la que, durante tres largos días, se enfrentarán miles de preuniversitarios gallegos. Alrededor de 3.000 jóvenes se dieron cita en las facultades de Educación, Derecho, Caminos y Economía y Empresa del campus de Elviña, y Ciencias, Filología y Arquitectura Técnica en A Zapateira, para realizar las primeras pruebas.

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ABAU A Coruña 2021: Primer día de selectividad en el campus coruñés Carlos Pardellas

Hablamos con algunos de los estudiantes que este martes acudieron al primer día de las pruebas de la ABAU en el campus coruñés y recogemos sus impresiones acerca de la primera jornada de exámenes entre repasos, nervios y medidas de seguridad sanitaria por los protocolos frente a la expansión del COVID.

"Hicimos los exámenes con las ventanas abiertas, ¡entraba un ruido que madre mía!"

Clara, Lucía, Iria, Clara, Inés y Araceli, del instituto David Buján (Cambre) Carlos Pardellas

Aunque tuvo que ser con mascarilla, provisiones suficientes de gel hidroalcohólico y las mesas separadas por la distancia conveniente, la convocatoria de 2021 no fue demasiado distinta a las de años anteriores: muchos nervios antes del primer examen, alguna que otra prisa debido a las retenciones y los atascos a la llegada a los campus y, superado el primer contacto, una sensación general de que ya ha pasado lo peor. Así lo percibió ayer, al menos, el grupo compuesto por Clara, Lucía, Iria, Clara, Inés y Araceli, estudiantes del instituto David Buján, de Cambre, que comentaban impresiones a la salida del primer examen, Historia de España.

“Los de la mañana eran los más difíciles, a partir de ahora todo irá mejor y más fácil”

Manuela, Emma, Andrea y Carmela, del colegio Esclavas Carlos Pardellas

“Cayó el franquismo. Si estudiabas un poco ya te iba a llegar porque había varias opciones”, comentan. La etapa franquista, la Revolución Gloriosa, la reforma agraria o el Sexenio Democrático fueron algunos de los temas entre los que los estudiantes pudieron elegir en el primer examen, en el que no se escatimó en medidas preventivas. “Hicimos los exámenes con ventanas y puertas abiertas, ¡entraba un ruido por la ventana que madre mía!”, comentan las jóvenes. A la entrada de las facultades, la norma fue la precaución total, con carteles que advertían del paso vetado a cualquier persona ajena a las pruebas de acceso universitario, una norma que el personal de los centros se encargó de recordar a las puertas de los edificios, con el fin de evitar aglomeraciones peligrosas en un grupo de edad con el turno de vacunación todavía lejano.

“Tuvimos suerte de haber podido ir a clase con normalidad, otros centros lo prepararon ‘online”

Enrique y Sandra, del colegio Hijas de Cristo Rey Carlos Pardellas

“Estamos acostumbradas a hacer los exámenes así, llevamos ya un año con la separación y las mascarillas”, comentaba el grupo formado por Carla, Alejandra, Candela y Paula, del mismo instituto que sus compañeras, mientras repasaban el examen de Lengua y Literatura Castellanas en uno de los jardines situados frente a la escuela de Caminos. Sensaciones dispares, también, entre ellas, incluida alguna cara larga. “Había varias opciones, pero el comentario no me salió muy bien”, lamentan.

“Estamos acostumbradas a hacer exámenes así, llevamos un año con separación y mascarillas”

Carla Alejandra, Candela y Paula, del instituto David Buján (Cambre) Carlos Pardellas

Hacia el examen de Lengua se encaminaban, también, Sandra y Enrique, alumnos del centro Cristo Rey, que se mostraban tranquilos una vez superada la primera de las pruebas. Atrás quedan ya meses de preparación que fructificarán estos tres días. “Tuvimos suerte de poder ir a clase con normalidad, en otros centros tuvieron que prepararlo online”, comentan. Un proceso que unos y otros vivieron de forma distinta, teniendo en cuenta las especiales circunstancias en las que se desarrolla la convocatoria, la segunda durante la pandemia.

“Llegamos nerviosas, pero es más difícil el curso en sí que la selectividad”

Lola, Sara e Irene, del instituto Monelos Carlos Pardellas

Si en la selectividad de 2020, con la desescalada todavía a medias, la sensación general era de incertidumbre, en la de 2021, tras más de un año de restricciones, la norma es el hastío. “Fueron meses muy agobiantes, de casa al instituto y del instituto a casa. No puedes ni salir de fiesta el fin de semana para desconectar, porque no hay nada” comentan Marina, Lucía, Rocío, Andrea y Carla, alumnas del centro Eduardo Pondal de Ponteceso, minutos antes del comienzo del examen.

“Fueron meses agobiantes, de casa al instituto y del instituto a casa”

Marina, Lucia, Rocío, Andrea y Carla, del instituto Eduardo Pondal (Ponteceso) Carlos Pardellas

Las caras fueron distintas al término de la segunda prueba, la de Lengua y Literatura castellanas, que marcaba el fin de la jornada matinal y en la que el alumnado tuvo que demostrar sus conocimientos sobre La Fundación, de Buero Vallejo; El lector de Julio Verne, de Almudena Grandes; y, el modernismo de Rubén Darío. “Llegamos muy nerviosas, pero al final, creo que es más difícil el curso en si que la Selectividad”, juzgan Lola, Sara e Irene, del instituto Monelos. “Estos eran los más difíciles, los que tenían más materia. Ahora queda Economía y Matemáticas Aplicadas, así que a partir de ahora irá mejor y más fácil”, juzgan Manuela, Emma, Andrea y Carmela, del colegio Esclavas.