El día 7 de agosto llegará al puerto de A Coruña el primer crucero desde antes de la pandemia, el Mein Schiff 6. El director general de la consignataria de cruceros Rubine e Hijos, Luis del Moral, asegura que el gremio acoge la noticia con esperanza de recuperación, pero con cierto malestar debido a las muchas restricciones y normas que pesarán sobre este tipo de turismo.

¿El del 7 de agosto será el primer crucero que llega a la ciudad desde hace cuánto?

Desde marzo del año pasado. Han sido un año y tres meses sin cruceros.

¿Cómo ha afectado al sector turístico de la ciudad esta ausencia?

Ha afectado a todos los que vivimos de esto. Lo han notado los hoteles, los autobuses, los guías, los comercios, la hostelería, los servicios portuarios, la autoridad portuaria y los agentes ligados al puerto. Quieras o no, son alrededor de 120 barcos al año que han dejado de venir, es mucha gente. Dependemos de las administraciones, de Sanidad, de Sanidade de la Xunta, de la Policía, de la Guardia Civil, del Ayuntamiento... todo el mundo quiere estar ahí y decidir, y eso lo que conlleva es que haya tanta administración por el medio que todo sea mucho más burocrático. Todo el mundo quiere su parcelita de poder, hay cosas que quiere uno que el otro no las quiere, y así. Hay cosas que yo no entiendo. Si vienes a España por Barajas y quieres ir a tomar un café al bar de la esquina o al bar de dos calles más atrás, no tienes que informar a nadie. Si vienes en crucero, en cambio, quieren saber en cada momento donde va a estar cada pasajero. Creo que nos estamos extralimitando en las condiciones. Yo pido cautela, que se vea lo que se está haciendo en otros puertos españoles. Hoy mismo hay un barco en Barcelona: que se vea cómo lo hacen ellos.

¿Qué condiciones se les imponen?

Quieren saber dónde están los pasajeros en cada momento. Si hay excursiones no hay tanto problema porque el barco tiene listas de participantes, pero quieren saber en qué sitio están, si paran a tomar un café, quieren saber quién y dónde, o si paran a comer. Y al que no vaya de excursión, ¿le van a permitir salir a tierra? En teoría sí, en la práctica no lo sé. Si bajan a una excursión y van a Santiago al Hostal dos Reis Católicos a tomar un café, y uno de los camareros dos días antes se hizo un botellón pero en ese momento se encuentra bien y al cabo de un día tiene COVID, ¿Qué pasa? Hay gente que dice que hay que poner en cuarentena a todo el Hostal. ¿A todos, o solo a los pasajeros que tú tienes controlados y a todos los demás no?

¿Se sienten escépticos con respecto al funcionamiento del sector con estas restricciones?

Son condiciones que si se las impones a todo el mundo, están bien. Es un sector que está tocado. ¿Por qué tengo que cumplir yo mas que el que entra por un aeropuerto?

¿Están preparados los barcos para posibles brotes?

Sí. Los barcos van a un 70% de ocupación para que quede el 30% de camarotes disponibles para poder aislar a pasajeros y tripulantes que contraigan COVID. Además, cada tres o cuatro días se hará una PCR a bordo a los pasajeros. El barco pone todas las medidas posibles, se ha demostrado que son los sitios más seguros en cuanto a turismo. Los barcos están operando en otros países y no se han detectado brotes. Una vez hubo cinco casos en Palma de Mallorca, que al final resultaron ser falsos positivos porque estaban vacunados. Nadie quiere barcos que tengan COVID dentro, es lo peor que les puede pasar. La administración tiene que ser cauta y tiene que tener más mano izquierda y no tratar a este sector como si fuesen los infectados.

¿Cómo afectará al sector la ausencia de viajeros británicos por las restricciones en su país?

El problema es que, en A Coruña, el 89% del turismo de cruceros procede del Reino Unido. Allí hay recomendación de hacer cuarentena a la vuelta si vienen a España o Portugal, con lo que no vendrán. Además, tienen que hacerse tres PCR. En España a los británicos no les ponemos condiciones, pueden venir aunque tengan la variante india. Hay cosas que son absurdas, si aquí te ponen pegas los británicos, tendríamos que ponerles las mismas. En principio vendrán barcos alemanes, porque entre Alemania y España no hay ese control.

El sector está cada vez más cuestionado por la opinión pública debido al alto nivel de contaminación que produce. En Venecia ya se ha prohibido la entrada de barcos en la ciudad.

Sí, pero eso es porque las hélices de los barcos están excavando y se están llevando un montón de lodos y puede pasar que efectivamente eso sea malo. Parte de lo que el barco paga por el atraque, que sea para mantener los muelles. Hay barcos que ya utilizan LNC (Gas Natural Licuado), que no contamina. Ya nos gustaría a nosotros que viniesen barcos grandes todos los días, porque siempre gastarán algo en la ciudad, entra dinero nuevo, hace la ciudad mas rica.

Cifra en 120 los cruceros que recalaban en A Coruña antes de la pandemia. ¿Cuántos estima para este año?

Yo creo que este año intentaremos que vengan sobre 20, pero esto va cambiando en función de cómo vaya evolucionando la pandemia, o si dejan que vengan del Reino Unido. Para el año que viene tenemos 170 cruceros anunciados, pero eso va cambiando, se hacen previsiones que luego no sabes bien si se cumplen o no. Esperemos que sí.