Una ciudad como A Coruña es un ente tan complejo como un organismo vivo, formado por la interacción de centenares de miles de personas y las necesidades que emergen de la concentración de personas y sus actividades. Conseguir comprender sus necesidades y gestionarlas para el bien común no es fácil: requiere competencias en medio ambiente y tecnología, en ciencias puras y humanidades. Para dar una respuesta a los retos del futuro, y formar a los gestores de las urbes del porvenir, las universidades gallegas y del Norte de Portugal se han unido para crear el Máster en Desafíos de las Ciudades, que, a partir del curso 2022/2023 impartirá enseñanzas sobre la gestión urbana a 36 alumnos, seis por cada una de las instituciones superiores participantes.

El profesor de Arquitectura en la Universidade da Coruña (UDC) Cándido López coordina a las tres universidades gallegas, y explica que el proyecto, que surge de la iniciativa Universidades sen fronteiras, “trasciende” a cada una de las instituciones. Los alumnos que cursen su formación en A Coruña podrán interactuar con profesores y alumnos de las otras dos instituciones gallegas y de las tres portuguesas (Miño, O Porto y Trás-os-Montes e Alto Douro), para dar una “visión holística”.

Esta voluntad de análisis desde varias perspectivas se da también en el programa de estudios. La memoria del máster, que aprobó esta semana el Consello de Universidades, recoge asignaturas en un amplio abanico de competencias organizadas en base a media docena de ejes: físico (en cuanto a infraestructuras y configuración urbana); medioambiental, tecnológico; social y educativo; político y económico. “Se entiende que la ciudad es un territorio complejo” explica López “y no basta solo con explicarlo desde una única dimensión”. En cada uno de estos apartados participará una universidad gallega y otra portuguesa, lo que supone un “desafío”, pues obliga a los profesores a intentar entender otros espacios, pero López considera que será enriquecedor y “una seña de identidad de este máster”.

¿Y a quién irá dirigido? “Desde recién graduados a profesionales en activo” señala el coordinador, que indica que estos últimos pueden ser “personas con responsabilidad en la función pública, en particular de ayuntamientos o diputaciones” y otras Administraciones. También consultores privados o asesores de los cargos de responsabilidad política.

La UDC participará en especial en dos de los ámbitos, el de formación de estructuras urbanas y el de tecnología. Según explica López, este segundo campo es “transversal a todos los demás, las cuestiones de la tecnología van a impregnar todos los campos”. De acuerdo con la memoria del máster, se impartirán dos materias sobre el concepto de ciudad inteligente, que aprovecha las nuevas tecnologías, sensores y redes de comunicaciones para mejorar la información de sus gestores.

En lo referente al urbanismo físico, que entra dentro de las competencias del arquitecto, los “grandes retos” tienen que ver con “la mejora de las condiciones de vida de las personas”. Según explica López, las políticas urbanas no se limitan al embellecimiento del espacio, sino a “solucionar las demandas de los vecinos”, hacer la urbe “más habitable” e integrar la lucha contra el cambio climático y la naturaleza en las zonas habitadas. Las asignaturas explorarán cuestiones como la gestión sostenible del patrimonio y su rehabilitación, o el diseño del espacio público “como un lugar de convivencia”, de acuerdo con la memoria.

Pacificar A Coruña

El estudio urbano se centrará en los ejemplos de Galicia y el Norte de Portugal. Los cambios en el urbanismo de A Coruña, que buscan aumentar el espacio destinado a peatones pero que causan problemas a corto plazo entre los que aún no pueden prescindir del coche, son un ejemplo de cómo es necesaria una aproximación desde varios ámbitos a la planificación urbana.

“Pacificar el tráfico en las ciudades no es fácil” señala López “y pretender solucionarlo con una única medida tampoco lo es, las medidas son multidimensionales”. Por una parte estaría la pretensión de la “ciudad 15”, con todos los servicios a un cuarto de hora de la vivienda; por otra, conjugarla con la gestión de la contaminación del tráfico y los nuevos medios de transporte. Ya conocemos los patinetes eléctricos, señala López, pero hay otros que “están a punto de llegar”: Santiago empezará pronto a experimentar con drones para el transporte humano.

Entre las medidas necesarias para la pacificación y humanización de la movilidad, López señala la mejora del transporte público, tanto en su capacidad de llevar viajeros como en la disposición de las paradas. También la gestión de los elementos que “impiden la buena circulación en las aceras”, como las señales o las papeleras. Aunque no hay acuerdos firmados, la memoria del máster propone establecer convenios desde la UDC para que los alumnos puedan realizar prácticas con el Concello, la Autoridad Portuaria, Indra, la Fundación Rede Innovación Arousa o el Grupo Everis.