Repsol aseguró ayer que la ubicación en la localidad vizcaína de Muskiz, donde se encuentra la refinería de Petronor, de la sede social de sus divisiones industrial y comercial, hasta ahora ubicada en Madrid, “no tiene absolutamente ninguna consecuencia ni para la refinería de A Coruña ni para ninguna otra”. Fuentes de la dirección del grupo en Madrid informaron a este diario que esa iniciativa forma parte de su Plan Estratégico 2021-2025, presentado en noviembre, y que no tendrá consecuencias en la cuenta de resultados de Repsol ni en materia fiscal.

La compañía se beneficiará del régimen especial tributario del País Vasco, más favorable a las empresas que el del resto del Estado. Repsol Industrial Transformation agrupará a las cinco refinerías y dos plantas químicas del grupo en España, entre las que se encuentra la de A Coruña. La sede corporativa del grupo y la de las divisiones de exploración y explotación petrolífera continuarán en Madrid.

“La compañía ha adaptado su estructura societaria a los objetivos del plan”, explicó Repsol, que considera esta reestructuración como “un tema formal” que no implicará el traslado de trabajadores ni la concentración de las inversiones en Bilbao. Según el grupo, se eligió la ubicación de las dos nuevas divisiones en Vizcaya “por una cuestión tan obvia como que Petronor no solo es una refinería, también es una marca comercial”.

Petronor ya tenía participación en la sociedad Repsol Comercial de Productos Petroleros, que ahora pasa a formar parte de Repsol Customer Centric, en la que también tendrá participación. Para el grupo, la elección de Vizcaya se debe a “cuestiones de arraigo histórico” de Petronor en ese territorio, en el que es “un activo histórico del grupo desde hace décadas”, por lo que entiende que “tenía sentido que fuera allí”.

Ramón Gómez, delegado de UGT en la refinería coruñesa, declaró ayer que Repsol informó a los sindicatos que el traslado de la sede social “no va tener ninguna repercusión a nivel laboral” para cualquiera de las plantas de producción. La empresa avanzó que informará a los sindicatos la próxima semana sobre este asunto.

Ventura Agis, delegado de la CIG, destacó que la compañía “no tiene en cuenta” a esta refinería en sus planes de inversión inmediatos y que desconoce “qué lógica tiene cambiar la sede social”, así como que este proceso fue negativo en otras empresas. Para este sindicato, esta iniciativa está relacionada con las medidas adoptadas con relación a la transición energética, entre las que mencionó el ERTE aplicado en la refinería coruñesa, por lo que la calificó de “poco alentadora”.

El complejo de Bilbao tiene proyectadas inversiones para la producción de combustibles sintéticos mediante hidrógeno verde, para las que espera recibir fondos europeos. En A Coruña, el grupo anunció su intención de producir biocombustibles en A Coruña a partir de residuos urbanos, que también serían utilizados para generar biogás que se emplearía en la producción de hidrógeno verde.