El sindicato CIG exigió ayer la continuidad de los puestos de trabajo de la plantilla de la delegación de la constructora Dragados, perteneciente al grupo ACS, de la que dijo que anunció su cierre en A Coruña sin haber informado al comité de empresa. La CIG cifró en un centenar el número de empleos afectados y señaló que la empresa no explicó las razones de esta decisión.