La Junta de Gobierno Local aprobó esta mañana la declaración de caducidad de la licencia de derribo del edificio que sirvió de concesionario a Citroën en la avenida de Oza, lo que evitará que sea demolido por sus propietarios, ya que el pleno municipal aprobó en noviembre su inclusión en el catálogo del patrimonio del plan general de la ciudad.

Los propietarios solicitaron licencia para el derribo en el mandato municipal del PP, que le retiró la protección que se le había dado en el plan general con el argumento de que el edificio carecía de interés arquitectónico y se había catalogado sin justificación. Dos años después la licencia caducó y volvió a ser solicitada, pero el Gobierno local de Marea Atlántica se la concedió en 2016 e inició al mismo tiempo gestiones para preservar el inmueble a través de la ampliación del catálogo del plan general.

Pero esa iniciativa no tuvo éxito porque comenzó a tramitarse después de la concesión de la licencia. A pesar de que el Concello recurrió en los tribunales para intentar evitar la demolición, la licencia fue confirmada, pero los propietarios no llegaron a ejecutar las obras, lo que permitió incluir al edificio en la ampliación del catálogo de patrimonio que se aprobó de forma inicial el pasado noviembre.