Lo que iba a ser una visita de la alcaldesa, Inés Rey, a la calle Monte das Moas, en la que están concluyendo las obras de peatonalización, se convirtió ayer en una improvisada protesta por parte de un grupo de vecinos, disconformes con las que se acometen a corta distancia en la avenida da Concordia, en la confluencia con José María Hernansáez y General Salcedo Molinuevo. La supresión de plazas de aparcamiento y de calzada, ya que las plazas han sido redistribuidas en batería, hizo que esos residentes expresaran su protesta a la regidora y le manifestaran que no se les consultó al diseñar la obra.

Una comerciante se queja ante la alcaldesa, Inés Rey. | // VÍCTOR ECHAVE

Rey les recordó que su gobierno apuesta por la peatonalización y la humanización de las calles y que esta actuación fue solicitada por la asociación de vecinos de A Gaiteira-Os Castros para mejorar el acceso al colegio Anxo da Garda y que fue respaldada con las firmas de 500 personas, como constató el presidente del colectivo vecinal Paulo Sexto, y por la asociación madres y padres del centro escolar. Sexto destacó que las calles “tienen que ser para la gente y no para los coches”, aunque admitió que tiene que haber soluciones para el aparcamiento.

Pero las explicaciones no aplacaron las quejas de quienes se sienten perjudicados, que destacaron que el estrechamiento de Concordia impide ahora que los buses se crucen en la avenida y que los comercios puedan ser abastecidos por los vehículos de reparto. “No se puede contentar al 100% de la población”, declaró después la alcaldesa, quien expresó “respeto” por las quejas recibidas pero que destacó que hay “muchos más vecinos” que agradecen esta iniciativa. También recordó que estas obras forman parte de que las realizadas recientemente en Os Castros y O Castrillón que suponen una inversión de casi un millón de euros.