La construcción del poliducto de Repsol que conectará la refinería y el puerto exterior de Langosteira avanza a buen ritmo. En la zona de Suevos, en Arteixo, ya hay varios tramos en los que ya se ha realizado la zanja y se han colocado los once tubos que componen la infraestructura. La multinacional energética explica que la obra “se está desarrollando cumpliendo los plazos de la planificación” diseñada, con lo que la previsión es que “entre en servicio en agosto de 2022”, momento a partir del cual la descarga de petróleo podrá dejar de realizarse en los muelles de A Coruña para trasladarse a la dársena arteixana.

Las obras comenzaron el pasado mes de marzo tras ser adjudicadas a la empresa Sacyr Construcción, con una duración planificada de 15 meses. La inversión destinada por parte de Repsol a esta infraestructura y sus instalaciones auxiliares es de 80 millones de euros. Los dos últimos meses de la actuación se dedicarán a la realización de pruebas de los distintos bloques del proyecto hasta la puesta en marcha de la terminal de crudo en Langosteira, prevista para agosto de 2022.

Las tuberías del poliducto, en una pendiente en Suevos. | // CARLOS PARDELLAS Iván Aguiar

El tendido de tuberías ya está en marcha en diversos tramos que se sitúan entre el puerto exterior y el polígono Suevos. En la parte de la obra que se desarrolla dentro de A Coruña los operarios trabajan en la excavación de la zanja, sin que se hayan tendido los tubos.

El poliducto contará con once tuberías soterradas. Dos de ellas se destinarán al transporte de crudo entre la refinería y la nueva terminal marítima de Repsol en el puerto exterior, una tercera llevará trasiego de aguas y las ocho tuberías restantes serán para el transporte futuro de otros productos. La estructura tendrá una longitud de 3,8 kilómetros y discurrirá por Arteixo y A Coruña.

La traza del poliducto tendrá una anchura útil de diez metros para la instalación de las once líneas y contará con dos metros adicionales a ambos lados, que permitirán el acceso para vigilancia y mantenimiento.

Repsol destaca que “la planificación es una de las claves de la ejecución de estos trabajos, con un foco en la prevención y la seguridad”. También señala que “se ha considerado prioritario desde el inicio el establecimiento de un protocolo informativo para los vecinos, que cuenta con un servicio de atención telefónico y online”.

Demora en el traslado respecto a lo acordado

El inicio de los trabajos del poliducto se produjo el pasado marzo, tres años después de la fecha en la que inicialmente la Autoridad Portuaria de A Coruña tenía previsto que finalizase la obra, abril de 2018, según habían acordado el ente coruñés y la petrolera en 2013. En aquel momento se hablaba del traslado a Langosteira del 60% de la actividad portuaria de Repsol. Si se cumple el plazo de la actuación, ya serán cuatro años de demora. La multitud de trámites a realizar para obtener la declaración de impacto ambiental y la concesión de las licencias de obras en A Coruña y Arteixo provocaron el retraso en los plazos.

Repsol ya había completado el traslado del tráfico de graneles sólidos a la dársena de Langosteira entre 2015 y 2017. Los tráficos de azufre y coque suponen una media de 400.000 toneladas anuales, aproximadamente, un 11% del total de estos tráficos en el puerto coruñés. En la actualidad, Repsol concentra alrededor del 69% de los tráficos del puerto de A Coruña.