El sumario de la investigación del crimen de Samuel, al que ha tenido acceso este diario, refleja sin fisuras que tanto Ibrahima como Magatte, los dos hombres senegaleses que intentaron ayudar a Samuel Luiz, lo hicieron desde que se dieron cuenta de que le estaban agrediendo hasta el final, cuando se dispersó el grupo de aproximadamente doce personas que participó en la brutal agresión. Los investigadores consideran que la pandilla estaba formada por una docena de jóvenes, aunque no todos tuvieran un papel activo en la agresión.

Una de las testigos que la Policía Nacional califica como “de referencia” declaró que escuchó “gritos de hombre” diciendo: “Te vamos a golpear”. Venían del andén de Riazor y estaban dirigidos a Ibrahima, que intentaba ayudar a cruzar a Samuel, después de la primera agresión, en la que, según consta en el expediente, el segundo detenido le hizo un mataleón y lo tiró al suelo, y de que, junto al primer detenido, le dio puñetazos en la cara. La mujer reconoció, entonces, a Samuel como a un conocido suyo.

Según consta en su declaración, un grupo de jóvenes le agredió mientras Ibrahima intentaba frenarlos y fue entonces cuando un hombre de complexión delgada que no llevaba camiseta, aunque después se la puso, decía: “Se la voy a clavar en el pecho, te vas a morir”, toda vez que se sacaba del bolsillo derecho del pantalón lo que ella reconoció como “una navaja”.

Otro de los testigos que consta como “de referencia” para los agentes declaró también que un hombre de unos veinte años, que no llevaba puesta la camiseta, decía: “Es que lo voy a apuñalar, es que lo voy a apuñalar, le voy a dar una puñalada en el corazón, que no tengo nada que perder”.

Cuando ambos llegaron al lugar en el que se habían quedado Samuel e Ibrahima, se dieron cuenta de que el joven estaba inconsciente. Ibrahima, en su declaración, asegura que Samuel pidió ayuda y que tanto él como su amigo Magatte intentaron prestársela, protegiéndole, aunque, finalmente, no pudieron evitar su muerte.

Ibrahima, en su declaración, hace constar que Samuel no se defendió. “Solo recibió golpes como si no fuera capaz de defenderse”, recoge la declaración de Ibrahima.

Ya Lina, la amiga que estaba esa noche de fiesta con Samuel, había advertido que solo estos dos hombres senegaleses habían intentado mediar en la brutal paliza, a pesar de que había mucha más gente en la calle, ya que era la segunda noche en la que estaba abierto el ocio nocturno hasta las tres de la madrugada. La intervención de Ibrahima y Magatte sale en las declaraciones de los testigos y no hay fisuras, ya que todos recuerdan que le ayudaron a levantarse, que lo intentaron proteger de los golpes mientras procuraban ponerlo en un lugar seguro, al otro lado de la carretera. Durante este traslado, también recibieron golpes, y ya en el número 2 de la avenida de Buenos Aires, donde se produjo la paliza en grupo, Ibrahima también intentó evitar que le golpeasen.

Esta acción humanitaria fue reconocida por el Gobierno de España, que concedió a ambos hombres senegaleses el permiso de residencia y de trabajo, para regularizar su situación en el país.

Los agentes de la Policía Nacional encargados de investigar este caso le imputan a los seis detenidos un delito consumado contra la integridad física en el caso de Samuel y uno en grado de tentativa por haber agredido a Ibrahima, ya que los agentes consideran que los jóvenes tenían intención de matarlo a él también, toda vez que no dejaron de agredirlo. Los agentes consideran también que, si Ibrahima no tiene lesiones peores es gracias a su constitución, ya que es muy fuerte.

La Fiscalía y las acusaciones, tanto particulares como popular, solicitaron la pasada semana que el caso de Ibrahima sea enjuiciado en una pieza separada y que no sea una parte más del juicio del crimen de Samuel ya que la jueza ha dictado que se siga por la Ley Orgánica de la Ley del Tribunal del Jurado, lo que desembocará en un juicio con jurado popular.

La Fiscalía de Menores cita a nuevos testigos

La Fiscalía de Menores ha citado a declarar a nuevos testigos durante esta semana para conocer más detalles de la actuación de los dos menores que se encuentran en un centro desde el 9 de julio. La investigación sigue abierta y tanto el Juzgado de Instrucción número 8 como la Fiscalía de Menores como los agentes encargados de las pesquisas siguen trabajando para dilucidar qué papel tuvo cada uno de los implicados en la brutal paliza a Samuel y no descartan que se produzcan más detenciones. Los agentes esperan conocer los resultados de ADN del pantalón de la víctima a principios de septiembre y cuentan también con que el volcado del contenido de los móviles de los detenidos les ayude a esclarecer los hechos, no solo qué hicieron durante la agresión mortal, sino también antes y después.