La previsión de que el muelle de la Batería se dedique a corto plazo a la realización de actividades ciudadanas de todo tipo lleva a la Autoridad Portuaria a contratar por casi 190.000 euros la reparación de la nave industrial de 1.800 metros cuadrados de superficie existente en ese lugar con el fin de que pueda albergar esas iniciativas.

Aunque el presidente del Puerto, Martín Fernández Prado, informó hace meses de que la institución había recibido numerosas propuestas para llevar a cabo actividades en la Batería, la institución todavía no ha tomado una decisión sobre cuáles de ellas podrán desarrollarse en ese muelle, primero, junto con el de Trasatlánticos, en ser abierto al público tras haberse trasladado las operaciones portuarias que se desempeñaban allí.

La nave fue construida en 2000 y el análisis efectuado en la misma revela la necesidad de refuerzos en la estructura y la cubierta. Los trabajos previstos son la limpieza de los canalones, la instalación de un nuevo portalón, la subsanación de abolladuras y la aplicación de medidas de refuerzo contra el viento, así como de pintura ignífuga para protegerla del fuego.

Según la licitación, la nave debe adaptarse a las nuevas exigencias estructurales fijadas por la legislación sobre la carga de viento. La instalación tiene una longitud de 67,30 metros y una anchura de 26,06 metros. La reforma incluirá también la apertura de una nueva entrada por uno de los extremos.

El fin de las actividades portuarias en la Batería hizo que el Puerto ordenase el desmontaje de los silos que Alu Ibérica poseía en ese muelle, donde aún continúan los de Cementos del Cantábrico. También se llevó a cabo recientemente la reordenación de los viales y de las plazas de aparcamiento, así como la aplicación de un nuevo pavimento para hacer posible el tránsito de personas y vehículos, ya que el anterior estaba deteriorado.

Al igual que en el muelle de Trasatlánticos, en este también se dispone de vallas móviles para delimitar los espacios disponibles para su uso ciudadano y se instalaron puertas correderas para permitir el acceso de los vehículos, además de un nuevo torno en el acceso para peatones para regular la entrada.