La crisis del coronavirus y la subida del precio de la electricidad parecen estar aumentando el número de coruñeses que tienen que recurrir a las ayudas públicas para abonar la luz. En lo que va de año la Xunta de Galicia ha concedido 609 bonos sociales eléctricos en la ciudad, una ayuda para pagar el recibo que se otorga a familias y personas en situación de vulnerabilidad severa que ya gozan de una reducción estatal de la factura del 40%. Pese a que la cifra no es definitiva y la convocatoria todavía está abierta, la cifra supera a la de cualquier año anterior. Según datos suministrados por el Gobierno gallego, en 2018, cuando se implantó el bono, la cifra de beneficiarios fue de 206 personas, en 2019 de 554 y el año pasado de 578.

Estas situaciones de necesidad también se observan en las peticiones de ayuda a los servicios de asistencia social municipales. De acuerdo con fuentes del Ayuntamiento, en lo que llevamos de año se han otorgado, a través de programas con participación municipal, “ayudas urgentes y de emergencia” para evitar que se corte la luz a 98 familias.

El Concello explica que en 2020 hubo un “parón” en este tipo de solicitudes, ya que el estado de alarma impidió que se realizasen cortes de luz. Este año ya hubo algunas peticiones en los primeros meses del año, pues, aunque no se cortaba la luz de los solicitantes, seguía creciendo su deuda con las eléctricas, pero el grueso se produjo a partir de mayo, en los meses desde que acabó el estado de alarma.

De las ayudas concedidas en 2021, doce se realizaron a través del convenio del Ayuntamiento con Cáritas, 16 a través del programa A Flote, de la fundación Emalcsa, y las 70 restantes directamente a través de los programas municipales de emergencia social.

Estas cifras no representan al total de hogares de la ciudad que no pueden pagar el precio de la electricidad, ya que también existe un bono eléctrico del Estado, del que la ayuda que concede el Gobierno gallego es complementaria solo en los casos extremos. Este bono social estatal, financiado por las comercializadoras, establece un descuento del 25% en las ayudas eléctricas para familias vulnerables.

Aquí se engloban hogares que ingresen menos de 11.862 euros anuales (el umbral se amplía si hay menores en la unidad familiar), pensionistas que perciban cuantías mínimas y también familias numerosas. Con el coronavirus, esta categoría se amplió para incluir a personas desempleadas, afectadas por un ERTE o empresarios que viesen reducida su jornada por cuidados o circunstancias similares que “supongan una pérdida sustancial de ingresos”.

A estos se unen personas en situación de vulnerabilidad severa. Aquí se encuentra gente que tiene una renta anual de la mitad o menos de las cifras que permiten ser considerado consumidor vulnerable, familias numerosas que consiguen unos ingresos inferiores a 15.817 euros anuales y hogares en los que se perciben pensiones mínimas y en la unidad familiar no entran más de 7.908 euros al año. Este diario ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre la cantidad de solicitudes y beneficiarios de esta ayuda en A Coruña, pero no ha recibido respuesta al cierre de esta edición.

El bono social eléctrico de la Xunta complementa a las personas que perciben la ayuda estatal por ser consumidores vulnerables severos. El Gobierno gallego paga en estos casos otro 50% de la factura eléctrica, con lo que el perceptor de ambas subvenciones solo tiene que abonar el 10% de la cantidad que, si no, tendría que entregar a la compañía. La cuantía anual máxima que se abona es de 300 euros, o 450 euros en caso de que la solicitud proceda de un núcleo con la consideración de familia numerosa. Además, a los beneficiarios, que deben ser residentes en Galicia y aportar una evaluación municipal que pruebe que están en riesgo de exclusión social, no se les podrá cortar el suministro eléctrico.

En 2018 se destinaron 56.600 euros de los fondos autonómicos a ayudar a familias coruñesas en el abono de las facturas de la luz. En 2018 la cifra subió hasta los 177.600 euros, y el año pasado, hasta los 184.350 euros. En lo que llevamos de 2021 ya se han abonado 191.550 euros, con la previsión de que la cifra siga aumentando.

A lo largo de estos cuatro años se ha ayudado a 1.947 hogares/año, si bien, previsiblemente, muchos de estos núcleos solicitaron las subvenciones en más de un ejercicio. Fuentes municipales señalan que este año se tramitaron e informaron hasta el momento 263 solicitudes para el bono eléctrico autonómico, que podrían corresponderse con hogares que los piden por primera vez.

Este año, según informa la Consellería de Economía, responsable de las ayudas, las solicitudes en Galicia subieron un 39%. El importe destinado a esta línea de financiación se ha ampliado dos veces este año: la suma inicial era de 1,3 millones de euros, pero se subió en abril hasta los 1,6 y el pasado mes de agosto se llegó a los 2,1 millones.

El bono estatal se debe solicitar a una de las comercializadoras de electricidad, que tienen obligación de ofrecerlo y financiarlo. Se puede consultar más información en bonosocial.gob.es. Los requisitos del autonómico pueden descargarse en consumo.xunta.gal/es/igcc/documentacion/folleto-bono-social-electrico, y se responden preguntas en el teléfono gratuito 900 231 123. La página de los Servicios Sociales municipales es coruna.gal/serviciossociales, y el teléfono 981 184 374. Se puede contactar con A Flote en el teléfono 981 154 080 y en secretaria@fundacionemalcsa.org; y con Cáritas de A Coruña en el 981 269 839 y en secretaria.cicoruna@caritas.es.