La vuelta al cole estuvo marcada por las lágrimas, las sonrisas, los reencuentros y, una vez más, por las mascarillas. Los alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial regresaron ayer a las aulas con protocolos muy similares a los del año pasado. Siguen las distancias, los geles hidroalcohólicos y los grupos burbuja, pero los pequeños pueden empezar a compartir material dentro de las clases.
La Policía Local reguló ayer la entrada y salida de los centros para facilitar el acceso del profesorado y el alumnado con un dispositivo de seguridad similar al de 2020. Dos agentes regularon el tráfico en cada uno de los once centros que cuentan con este servicio: Víctor López Seoane, Grande Obra de Atocha, Calasancias, Sal Lence, Salesianos, Compañía de María, Fogar de Santa Margarida, Esclavas, Liceo la Paz, Franciscanas y Peñarredonda.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Ignacio Borrego, explicó ayer en que el área de Urbanismo está trabajando en los caminos escolares seguros para fomentar que los alumnos se desplacen andando o en bicicleta de forma autónoma.
Frente a los centros se pudo ver ayer a padres emocionados por la nueva etapa de sus pequeños. No faltaron los móviles para inmortalizar el momento. Amigas que se abrazaron tras un verano separadas y muchos alumnos estrenando mochilas nuevas para afrontar la vuelta al cole con más ilusión.
Los colegios coruñeses recibieron a sus alumnos de forma renovada tras la realización de obras y reparaciones durante las vacaciones de verano. En el Cidade Vella y el centro José Cornide Saavedra se han reparado diversas estructuras del patio. En el colegio Labaca se ha retirado la marquesina exterior y el Raquel Camacho reformó la fachada exterior. El Rosalía de Castro reparó su cubierta y arregló los problemas de filtraciones en la biblioteca, mientras que en la Sagrada Familia se instaló una nueva puerta principal, en el patio del colegio San Francisco Javier se colocaron luces y megafonía y en el Sanjurjo de Carricarte se arregló la pista azul. También la escuela infantil Luis Seoane y el edificio de educación infantil del Salgado Torres se sometieron a obras de rehabilitación con la reparación de la cubierta y la renovación de la pintura en las aulas, respectivamente.
