Los alcaldes del Consorcio As Mariñas meten prisa al Concello de A Coruña para que licite la gestión de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Nostián. Se quejan de que esta situación de interinidad de la concesionaria, Albada, que está prestando servicio de manera forzosa hasta que se resuelva el nuevo contrato, les genera un gasto extraordinario en sus arcas municipales y, por ello, están estudiando otras opciones, como llevar su basura a Sogama, en caso de que les ofrezca un precio más beneficioso para sus intereses, según informó el presidente del ente y alcalde de Abegondo, José Antonio Santiso a Radio Coruña.

Los alcaldes decidieron en Pleno reclamarle a Albada unos 11,5 millones de euros por no tratar los residuos del ente desde noviembre de 2011, basándose en una sentencia favorable del Tribunal Superior de Xustiza. Aseguran que se trata menos basura de la que se quema.

A pesar de la urgencia que manifiestan los alcaldes, la adjudicación de la gestión no está próxima. La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, anunció ayer, en el vigésimo quinto aniversario del desplome del vertedero de Bens, que antes de que se acabe este mes se adjudicará el contrato para la nueva redacción de los pliegos. Esto implica que una empresa elaborará las bases que deben regir la gestión y, una vez redactados, tendrá que abrirse un nuevo concurso para que las empresas interesadas en realizar esta encomienda, presenten sus ofertas. El Concello tendrá, después, que elegir una de las propuestas y formalizar la contratación.

La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, explicó ya en abril a los representantes de los trabajadores de Albada, que no será hasta mediados de 2023 cuando pueda entrar la nueva concesionaria en las instalaciones. Ante este panorama, el alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, no descartaba en el mes de mayo apostar por un modelo mixto, en el que los residuos orgánicos fuesen a Nostián y, el resto, a Sogama.

El valor estimado del nuevo contrato superará ampliamente los 200 millones de euros. Es el contrato más cuantioso del Ayuntamiento, y la concesión tendrá una duración de quince años. Los pliegos requieren la adaptación a los nuevos retos medioambientales y de sostenibilidad actuales, según relata el Gobierno local. A pesar de que la redacción del pliego de condiciones para la gestión de Nostián estaba iniciada con el cambio de gobierno, en 2019, y de que, tras el confinamiento, la concejala de Medio Ambiente asegurase que se estaba ultimando el texto para que pasase a Contratación, ese procedimiento se ha interrumpido para que sea una empresa externa la que elabore los pliegos, que tendrán que adaptarse a las nuevas normativas vigentes y tendrán que contemplar la renovación de las instalaciones para la adecuada gestión de la planta.

La alcaldesa anunció ayer que se desarrollará una campaña para mejorar el reciclaje en origen y la separación en los hogares para reducir el porcentaje de desechos.

Los trabajadores denuncian el deterioro de las instalaciones

No es la primera vez que lo hacen y, seguramente, tampoco la última. Los trabajadores de Nostián se manifestaron este jueves en María Pita para demandar al Gobierno local que agilice la licitación del concurso de la gestión de la planta de tratamiento, ya que, según explican los representantes de la plantilla, las instalaciones se deterioran con el paso del tiempo sin que nadie invierta para evitarlo. Los trabajadores se quejan de que en enero un biodigestor dejó de funcionar y de que no se ha solucionado esta avería. Los trabajadores denunciaron también en varias ocasiones que las cintas de transporte de la basura carecían de protecciones y alertaron del mal estado en el que se encuentra actualmente Nostián, así como que, esta situación, en la que la empresa concesionaria no quiere seguir con el servicio, pero es forzada a ello, dinamita sus opciones de mejorar el convenio colectivo.