Los vecinos de Novo Mesoiro habían perdido ya en el propio barrio las oficinas de Caixabank y el Santander y ahora se teme que la siguiente sea la del Sabadell en Mesoiro Vello, que puede ser incluida entre las 26 que la entidad pretende cerrar de las 48 existentes en la provincia, según los sindicatos. Esta situación dejaría a los 7.500 habitantes del barrio la sucursal de Abanca en el polígono de Pocomaco como la única oficina bancaria en las proximidades.

“Tenemos más habitantes, que Cerceda o Carral y nos quedamos sin servicio bancario”, lamenta Manel Méndez, presidente de la asociación de vecinos de Novo Mesoiro, quien considera que el problema que está sufriendo el barrio es el mismo que afecta a muchos municipios gallegos que quedan desprovistos de servicios bancarios y critica que las entidades financieras “ los están recortando pese a los beneficios económicos que tienen anualmente”, por lo que sentencia: “Es una situación que no es nueva y por desgracia vamos a sufrirla nosotros ahora”.

La agrupación vecinal ya expresó sus quejas en las redes sociales en el pasado cuando se llevaron a cabo los cierres de las oficinas del Santander y Caixabank. Esta última entidad mantiene su cajero automático en el local pero remite mediante un cartel a sus clientes a la oficina más cercana, situada en el barrio de Matogrande, a notable distancia de Novo Mesoiro.

Sobre la sucursal de Abanca en Pocomaco, la más cercana al barrio si se confirma el cierre de la del Sabadell, Méndez destaca que da servicio a todo el polígono y que en principio no cree que vaya a cerrar, pero que ahora tendrá que dar servicio también a Novo Mesoiro, Mesoiro Vello, Feáns y Urbanización Breogán.

El presidente del colectivo vecinal califica además de “agravante “ de la carencia de servicios bancarios el que Novo Mesoiro se construyó a través de los planes de vivienda de la Xunta, por lo que todas las personas que compraron viviendas estuvieron obligadas a firmar las hipotecas con las entidades bancarias que poseían oficinas en el barrio, “Ahora la oficina de referencia de esa hipoteca para hacer gestiones en torno a ella ya no existe”, denuncia Méndez.

La asociación de vecinos celebrará el 14 de octubre elecciones para renovar su junta directiva. La actual todavía no decidió si optará a la reelección y desconoce además si se presentará una candidatura alternativa.

O Castrillón fue el precedente del cierre de sucursales

El anuncio del cese de la actividad de la oficina de Abanca en la plaza de A Concordia llevó a los vecinos y comerciantes de O Castrillón a manifestarse en junio de 2020 en contra de esa decisión de la entidad financiera, que finalmente se llevó a cabo a pesar de las protestas.

Los afectados denunciaban que el cierre de la sucursal obligaba a los clientes a desplazarse a las más próximas, aspecto sobre el que Abanca señaló que había cuatro en el radio de un kilómetro. Pero los vecinos advertían que las características de O Castrillón, un barrio con fuertes desniveles, hace que las personas de mayor edad o con problemas de movilidad tengan dificultades para llegar a esas oficinas

Tras la marcha de Abanca, que sucedió a la de Caixabank en la esquina de José María Hernansáez con Oza dos Ríos, el barrio se queda únicamente con la oficina del Sabadell, inmerso ahora en la operación para reducir de forma notable su presencia en Galicia que hace sospechar del cierre de su sucursal de Mesoiro Vello.