La densidad de población en el segundo Ensanche, la zona de la plaza de Vigo, y en el Barrio de las Flores es la misma, pero en el primero las zonas verdes son el 5% de la superficie y en el segundo el 50%. “¿Qué barrio de la ciudad tiene esa proporción? Ninguno”, resalta el profesor de la Escuela de Arquitectura Fernando Agrasar, que coordinará los actos programados sobre el Barrio de las Flores en la Semana de la Arquitectura, que comenzará el viernes y también se dedicará a la Ciudad Jardín.

Para Agrasar, el Barrio de las Flores, que se levantó en los años sesenta por la Obra Sindical del Hogar, es “uno de los mejores ejemplos de la aplicación de las ideas del Movimiento Moderno”, ya que, como propugnaba ese estilo arquitectónico, no está atravesado por ninguna calzada, ya que todas son perimetrales y dan acceso a callejones sin salida con zonas de aparcamiento cerca de las casas y los equipamientos.

“Podríamos entender el barrio como un gran parque en el que se sitúan los bloques de viviendas, con un buen espacio entre ellos para la vida vecinal”, explica. Otro de los conceptos del Movimiento Moderno es el bloque laminar, alto y estrecho porque no tiene patios de luces construido en el barrio, con viviendas que dan a las dos fachadas y todas orientadas en dirección sur-norte, lo que hace que sean muy luminosas.

“¿Qué zona de la ciudad tiene una zona verde de la calidad del Barrio de las Flores? Ninguna”, comenta también Agrasar sobre estos espacios, en los que el que sigue el trazado del poliducto de la refinería es “una respuesta urbanística a ese problema”. Un grupo de arquitectos muy jóvenes, entre ellos Andrés Fernández-Albalat y José Antonio Corrales, diseñaron las unidades vecinales del barrio, cada una con 400 viviendas. “Trataban de traer una forma de vida que no se conocía porque estaba sin experimentar y lo hicieron con unos resultados muy buenos”, detalla.

Una de las rasgos distintos del barrio, las calles elevadas, ya figuraban en la planificación urbanística inicial, “eran lo más avanzado que había entonces” y se experimentaron en un barrio de Londres ya desaparecido. La idea era que generasen vida social mediante comercios y equipamientos, pero los problemas sociales de los años siguientes hicieron que el barrio se degradase.

El centro parroquial, donde se realizarán todos los actos de la Semana de la Arquitectura en el barrio, es calificado por Agrasar como “una pieza realmente excepcional, con unos espacios y unos planteamientos de una modernidad radical y fantástica”. Estuvo cerrado muchos años y fue víctima del expolio de sus materiales, aunque luego fue rehabilitado, por lo que hoy es “una de las piezas de arquitectura moderna más relevantes de la península, arquitectura muy barata y fácil de construir.”

“Cuando un colega viene a la ciudad me lo llevo a ver la Torre de Hércules, el Museo de Bellas Artes y la Unidad Vecinal número 3 y flipa absolutamente, porque es muy contundente, avanzada y está razonablemente bien”, comenta este arquitecto sobre la pieza más destacada del Barrio de las Flores, obra de José Antonio Corrales, por la que ganó el Premio Nacional de Arquitectura y que ocupa el borde de esta zona con la ronda Camilo José Cela.

Pero el barrio padece ahora problemas de conservación “porque los estándares de confort y de calidad que hoy demandamos en nuestras viviendas no son los de hace 50 años”, según Agrasar, a lo que se suman las dificultades para la accesibilidad por las numerosas escaleras. La zona es también víctima de una leyenda negra por los problemas sociales de los años 70 y 80 que hoy ya no existen, puesto que se trata de un barrio seguro.

El plan director que prepara el Concello para la rehabilitación de espacios urbanos y edificios es la “gran oportunidad” del Barrio de las Flores, opina Agrasar, que demanda que no se dañe su valor patrimonial. Si esa iniciativa tiene éxito, se muestra convencido de que será poblado en el futuro por estudiantes y matrimonios jóvenes, así como acogerá a profesionales y nuevos negocios debido a la calidad urbanística que posee el barrio frente a zonas de la ciudad mucho más caras y tan próximas como Matogrande.