El Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, encargado de la investigación del crimen de Samuel Luiz, enviará en breve información complementaria a Estados Unidos para que Facebook, que es la empresa propietaria de las aplicaciones Instagram y WhatsApp, le facilite la actividad que registraron en sus redes sociales los sospechosos de la paliza mortal al joven de Meicende la madrugada del 2 al 3 de julio.

El Juzgado formuló una petición en un primer momento que el fiscal estadounidense desestimó al entender que “no podía defender el caso” con los datos aportados, por lo que solicitó que se ampliase esa información y que la solicitud se adaptase a las leyes procesales americanas, que son diferentes a las españolas, según confirmaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que adelantaron, además, que el juez encargado de la instrucción está ya preparando esa información adicional para que la Justicia estadounidense pueda ejecutar la comisión rogatoria enviada en primera instancia, con el objetivo de que los investigadores puedan acceder a los mensajes que los sospechosos intercambiaron tras la agresión.

Este documento se está realizando con la colaboración de la magistrada de apoyo de España en Washington para que esta vez sí, el fiscal cuente con la información necesaria para poder solicitar que Facebook entregue esta información a los investigadores. Serán los tribunales estadounidenses los que tendrán que pronunciarse sobre si procede o no —la petición podría no prosperar— que la empresa aporte a la instrucción del crimen de Samuel Luiz los mensajes que los principales sospechosos de la muerte del joven se enviaron a través de Instagram y WhatsApp tras la agresión, ya que cuando hicieron entrega de sus móviles a los agentes, había comunicaciones que habían sido borradas.

Los investigadores del caso consideran que en esos mensajes puede haber información relevante para el esclarecimiento del caso, ya que les consta —por las declaraciones realizadas durante la fase de instrucción— que participantes en la pelea que acabó con la vida de Samuel se reunieron hasta en dos ocasiones durante esa madrugada.

Quieren saber también en qué términos se referían los jóvenes a la víctima, ya que, en el sumario de la instrucción, hay testigos que manifestaron que le llamaron “maricón”, tanto al inicio de la agresión como después, cuando comentaron los hechos en una reunión en el parque Europa, aproximadamente una hora y media después de que el joven recibiese la paliza que acabó con su vida.

La investigación sigue abierta, a pesar de que, desde el 9 de julio, no se han producido más detenciones.

En total, hay seis detenidos por este crimen, cinco están privados de libertad desde el 9 de julio, tres de ellos en prisiones de Lugo, ya que son mayores de edad —y que la entrada de un familiar de Samuel en Teixeiro obligó a su traslado—, y dos, en un centro de internamiento, puesto que son menores. La otra persona que está detenida, aunque en libertad con obligación de comparecer periódicamente en el Juzgado es una joven, también mayor de edad, y pareja de uno de los arrestados.

Todos ellos están siendo investigados por un delito de homicidio o de asesinato, pendiente de definir durante la instrucción. A uno de ellos, el cuarto detenido, se le investiga también por apropiación indebida al haberse llevado del lugar de los hechos el móvil de la víctima. El joven reconoció que había cogido el dispositivo y también declaró que, días después, lo había tirado a un contenedor.

La Asociación para a Liberdade Afectiva e Sexual (ALAS) de A Coruña se ha personado como acusación popular con el objetivo de dirimir si el crimen tuvo una motivación homófoba, ya que Samuel Luiz era homosexual y constan referencias a este respecto en la instrucción.

El Juzgado presentará en breve la información que le ha solicitado la Justicia estadounidense para poder avanzar en la investigación del crimen de Samuel Luiz y para intentar que Facebook pueda facilitarle las comunicaciones borradas.

Una investigación que todavía sigue abierta

Los investigadores que trabajan para esclarecer el crimen de Samuel Luiz siguen analizando pruebas y no descartan nuevas detenciones. El comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de A Coruña, Pedro Ramón Agudo, ya había adelantado en agosto, cuando se levantó el secreto de sumario, que los agentes tenían por delante muchas horas de estudio, ya que la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 8 —ahora está un juez— había autorizado el volcado de la información de los teléfonos móviles de los detenidos, no solo de las fotos que habían hecho esa noche y que guardaban en la galería sino de todos los documentos que almacenaban en sus dispositivos hasta el momento de la detención. Los agentes esperan encontrar en este proceso información que les ayude a esclarecer el caso. Queda también todavía por llegar el informe definitivo de la autopsia y los técnicos han de analizar los resultados de los test de ADN que solicitaron del pantalón de Samuel Luiz, ya que les consta que hay cuatro perfiles genéticos que no se corresponden con los de los dos primeros detenidos. De estos dos jóvenes —los arrestados tienen entre 16 y 25 años—, los investigadores tienen pruebas de ADN que los sitúan en la paliza mortal. Están a la espera también de los resultados de ADN de un objeto metálico que los agentes encontraron en el registro del domicilio de uno de los menores, el único que tiene antecedentes penales, para saber si se utilizó en la agresión al joven Samuel Luiz.