La nueva normativa aprobada por la Xunta hará posible la entrada de público sin límite de aforo en las competiciones que se desarrollen al aire libre en las instalaciones deportivas municipales, mientras que se limitará al 80% en las que se realicen en recintos cerrados. La imposibilidad de la asistencia a los partidos en la Ciudad Deportiva de A Torre, donde se disputan gran parte de los encuentros de las categorías inferiores de fútbol, generó numerosas protestas por parte de las familias la pasada temporada.

A pesar de que el decreto de la Xunta establece que el público que asista a las competiciones deberá usar mascarilla, mantener la distancia de seguridad de un metro y medio entre personas no convivientes y estar sentado, el Concello entiende que podrá acudir a los partidos que se desarrollen en los dos campos de A Torre que carecen de gradas cuando concluyan las obras, que se desarrollan en ambos para la instalación del nuevo césped, lo que está previsto para este mismo mes.

Tras el final de esos trabajos, comenzará la misma actuación en otros dos terrenos de juego, por lo que temporalmente solo habrá uno en ese recinto que dispondrá de gradas. Al igual que sucede en las competiciones profesionales, durante la permanencia en las instalaciones deportivas el público no podrá comer ni beber.

Pero el levantamiento de las restricciones al público no afectará por ahora a los entrenamientos, en los que la Xunta mantiene la prohibición de la entrada de personas ajenas a los equipos, aspecto que también ha suscitado las quejas de las familias de los niños, que deben esperar a su salida en el exterior de los campos a la intemperie. Otro de los inconvenientes que se mantendrán es la imposibilidad de que los deportistas puedan hacer uso de las duchas, ya que la normativa autonómica establece que la ocupación de los vestuarios será de un máximo del 50% de su capacidad.

Esa condición imposibilita la utilización de los vestuarios en las competiciones de fútbol 8, ya que son compartidos por varios equipos al mismo tiempo, mientras que en los de categorías superiores el número de jugadores participantes obligaría a que fueran ocupados por turnos. Esta restricción impide también que esos recintos puedan ser empleados por los entrenadores para impartir charlas técnicas antes del inicio de los partidos.

La reanudación de las competiciones en las categorías deportivas no profesionales en la temporada pasada se llevó a cabo con importantes limitaciones, entre ellas la prohibición de entrada a las instalaciones deportivas por parte de los familiares de los jugadores, lo que generó aglomeraciones a la hora de entrada y salida de entrenamientos y partidos, ya que los vestuarios no podían ser ocupados hasta que se desinfectaran después de la salida de cada equipo.

La imposibilidad de acceder a los campos hizo que los familiares de los niños intentasen presenciar los entrenamientos y partidos desde el exterior, para lo que aprovecharon los escasos lugares desde los que puede hacerse en instalaciones como A Torre y la Leyma. Las familias criticaron además que en esos campos se establecieran esas restricciones mientras que en los de San Pedro de Visma tan solo se exigía inscribirse previamente.

La indignación se hizo mayor cuando las familias comprobaron que para asistir como público a competiciones de carácter nacional no se establecía ninguna limitación, incluso para categorías inferiores, mientras que en las locales se impedía el paso a cualquier persona. El mantenimiento de las restricciones con el reinicio de los entrenamientos en la pretemporada hizo que los afectados retomasen las protestas ante el temor a que continuaran con el comienzo de la competición durante este mes.